Unas 31 de ellas han entrado en ensayos clínicos con humanos. Una de ellas es la controvertida "Sputnik V" de Rusia, que fue aprobada por el Ministerio de Salud del país la semana pasada. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) y un gran número de expertos internacionales han instado a Rusia a realizar más pruebas para garantizar la seguridad de la vacuna antes de utilizarla.
Pero incluso si se demuestra que esta candidata y otras son seguras y eficaces, el desarrollo de la vacuna es sólo el primer paso.
Algunos de los mayores desafíos para conseguir que todo el mundo se vacune todavía están por delante.
El primer gran desafío después de que una vacuna es desarrollada es producir lo suficiente para iniciar programas de vacunación. Una estimación sitúa la capacidad de producción mundial de vacunas en hasta 6.400 millones de dosis por año, aunque esto se basa en las vacunas contra la gripe de una sola dosis.
Pero algunas de las vacunas COVID-19 actualmente en desarrollo requieren dos o tres inyecciones. Esto significa que si se requiere la misma tecnología para las vacunas COVID-19 que para las vacunas contra la gripe, la producción mundial se reduce severamente.
El gobierno australiano dice que está en "negociaciones avanzadas" con una serie de diferentes empresas en relación con una vacuna contra el coronavirus.
Se ha estimado que, para lograr niveles suficientes de inmunidad entre la población mundial con una vacuna de dos dosis, necesitaríamos entre 12.000 y 15.000 millones de dosis, aproximadamente el doble de la capacidad total actual de fabricación de vacunas en el mundo.
El cambio a la fabricación exclusiva de una vacuna COVID-19 también significará la escasez de otras vacunas como las de enfermedades infantiles prevenibles como el sarampión, las paperas y la rubéola.
Así que dar prioridad a COVID-19 podría costar muchas otras vidas.
El Ministro de Salud, Greg Hunt, dice que espera que esté disponible para el público el año que viene.
Pero con muchos países que ya están asegurando acuerdos con empresas de todo el mundo, la oposición dice que el gobierno llega tarde al juego.
Sin embargo, el Gobierno Federal dice que se está moviendo para asegurar los acuerdos que allanarían el camino para la producción de vacunas aquí en Australia.
Entre más pronto se vacune el mundo, más pronto podremos reabrir nuestras fronteras.
Lo que esto significa para el australiano medio es que debemos prepararnos para una larga espera. Incluso si el gobierno australiano firma un acuerdo de compra anticipada para asegurar el acceso prioritario a una vacuna COVID segura y efectiva, los suministros iniciales serán extremadamente limitados.
Por ahora, los científicos tienen su trabajo hecho para ellos, pero el futuro parece prometedor.
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