La polémica cuarentena del Abierto de Australia dispara descontento entre los australianos varados

The number of Australian Open athletes and staff in strict quarantine in Melbourne has expanded to 72

The number of Australian Open athletes and staff in strict quarantine in Melbourne has expanded to 72 Source: AAP

Mientras jugadores y entrenadores del Abierto de Australia se quejan por la estricta cuarentena en Melbourne, llueven las críticas entre los australianos varados, desesperados por regresar. Paralelo a esto, el gobierno australiano organizará 20 vuelos más de repatriación, entre ellos uno desde Santiago de Chile.


El anuncio del gobierno federal de 20 nuevos vuelos de repatriación para australianos varados en el extranjero, brindará un respiro a los cerca de 40,000 australianos que llevan casi un año tratando de volver a casa, mientras observan con frustración el drama suscitado por los tenistas del Abierto de Australia en cuarentena.

Más de 70 tenistas y personal llegado a Australia están en estricta cuarentena en hoteles de Melbourne, después de haber compartido vuelo con cuatro casos positivos de COVID-19.


Puntos destacados:

  • Los varados en el extranjero cuestionan cómo se pueden organizar 70 vuelos chárter para traer al personal del Abierto mientras ellos continúan sin poder volver a casa.
  • Tenistas y entrenadores del Abierto de Australia se quejan por la estricta cuarentena en hoteles de Melbourne, tras producirse cuatro casos de COVID-19 entre los equipos.
  • El gobierno federal organizará 20 vuelos de repatriación para australianos varados, uno de ellos desde Santiago de Chile.

Reacción de los varados

Por meses, los varados en el extranjero se han quejado de la inacción del gobierno australiano en facilitarles el retorno. Entre los cuestionamientos está cómo se pueden organizar 70 vuelos chárter para traer al personal del Abierto mientras ellos continúan sin poder volver a casa.
Ryan Sims, un australiano atrapado en Polonia, lamenta que el gobierno australiano haya tardado tanto en actuar.

"Parece que Australia solo está empezando a darse cuenta de que tiene a ciudadanos en el extranjero pasándola mal".

El gobierno federal dice que desde el comienzo de la pandemia ha ayudado a organizar 90 vuelos de repatriación.

El anuncio de nuevos vuelos se produce apenas una semana después de que el gabinete nacional decidiera reducir en un 50 por ciento el límite de llegadas internacionales a Nueva Gales del Sur, Queensland y Australia Occidental, hasta mediados de febrero.

Según dijo el primer ministro Scott Morrison, la decisión de reducir las llegadas se tomó "para gestionar el flujo de australianos que regresan y otros viajeros que han estado potencialmente expuestos a las nuevas variantes" del coronavirus, más contagiosas.
El gobierno federal no ha definido exactamente qué países se incluirán en los vuelos de repatriación, aunque el ministro de Relaciones Exteriores en funciones, Simon Birmingham, dijo este lunes en una entrevista en la cadena ABC que uno de esos vuelos saldría desde Santiago de Chile.

El departamento de exteriores, sin embargo, no ha especificado que Santiago sea una de las ciudades de origen para las próximas repatriaciones, aunque explicó el lunes a SBS Spanish que los próximos vuelos comerciales facilitados llevarán a casa a personas del Reino Unido, India, Europa y posiblemente otros destinos.

Aclaró además que el calendario de vuelos futuros se sigue revisando constantemente en respuesta a la evolución de la pandemia.

Birmingham ha dicho que la llegada de vuelos se está decidiendo sobre la base de ayudar a los más vulnerables.

"Estos vuelos facilitados traerán a los australianos a casa por encima de los límites que han sido acordados por el Gabinete Nacional. Por lo tanto, creará puestos adicionales para que los australianos lleguen a casa, por encima de esos límites", aseguró Birmingham.

La complicada llegada de los tenistas para el Abierto de Australia

Los 72 tenistas y personal del Abierto se encuentran en cuarentena después de compartir el vuelo con cuatro casos positivos de COVID-19, entre ellos un tenista, dos entrenadores y un miembro de la tripulación aérea.

Durante los 14 días de cuarentena, los jugadores estarán confinados en sus habitaciones, incapaces de realizar sus sesiones de entrenamiento diarias de cinco horas, tal y como estaba previsto en un inicio.
Algunos se quejan de que no sabían de antemano que, de haber un caso positivo en un vuelo, todos tendrían que estar en cuarentena.

Sin embargo, las autoridades y Tennis Australia han reiterado que toda la información había sido suplida a los equipos.

El jugador mexicano Santiago González expresó su frustración en Instagram.

“A ver si el Australian Open a lo mejor pudiera hacer algo al respecto y que a los que vinimos en el mismo vuelo nos pudieran poner en otro club y entrenar entre nosotros y tratar de salir de la habitación”, pedía González.
En un comunicado, el director del Torneo Abierto de Australia Craig Tilley dijo que están en comunicación con los tenistas en cuarentena y que sus necesidades están siendo atendidas tanto como sea posible.

Por su parte, el premier de Victoria, Daniel Andrews, defendió el modelo de cuarentena hotelera y aclaró que la entrada de tenistas del Abierto de Australia no impactaría en el número de puestos en cuarentena hotelera disponibles para otros ciudadanos.

"No tiene ninguna influencia ni ningún impacto en los australianos que regresan y entran en cuarentena de hotel aquí", dijo.

Mientras tanto, la comisionada de Victoria para la cuarentena de Covid-19, Emma Cassar, advirtió a los jugadores en confinamiento que deben cumplir las reglas de cuarentena de hotel después de que varios jugadores recibieron multas por saltarse el protocolo.

Al parecer, un jugador abrió su puerta para tratar de tener una conversación con sus compañeros de entrenamiento en el pasillo.

Esto supone una multa de hasta $20,000, pero la comisionada está considerando, para los que están incumpliendo las normas y que no están dispuestos a permanecer en sus cuartos, transferirles a otros hoteles donde hay policía estatal en la puerta de las habitaciones.

Cassar aseguró que había "tolerancia cero" para este tipo de comportamientos.


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