Las inundaciones en Nueva Gales del Sur han afectado a decenas de miles de personas y aún se desconoce la dimensión de los estragos causados a la vida silvestre y otros animales.
Aún hay unas 60,000 personas bajo advertencias de evacuación y cerca de 24,000 han tenido que abandonar sus hogares.
Hasta el momento se contabilizan más de 10,000 pagos gubernamentales por recuperación de desastres.
Una de las zonas más afectadas por la destrucción del agua es la localidad de Windsor al noreste de Sídney. Uno de sus residentes, Eduardo Herrera Tapia, relató el jueves a SBS Spanish cómo grupos de curiosos se acercan al área a ver de primera mano la magnitud de la catástrofe.
“Se ha visto a bastante gente con las familias, curiosos, que vienen a ver que está pasando. Supongo que lo consideran un evento histórico”.
“Lo están notando los negocios de cosas como venta de helados o comida rápida y los parqueaderos se llenan”, relató.
Eduardo explica además cómo el paisaje de su localidad ha cambiado “Se ve como si fuera esto un mar o un lago inmenso y por la noche las luces se reflejan en el agua, el paisaje ha cambiado drásticamente. Es una visión única en esta zona”.
El gobierno de Nueva Gales del Sur dice que estará vigilando a las compañías de seguros, para garantizar que miles de reclamos por daños sean procesados de manera expedita.
Sin embargo, muchos propietarios de viviendas y negocios afectados severamente han dicho que no están asegurados, porque los costos de las primas son inasequibles. Lo mismo ocurre con muchos inquilinos, quienes han perdido sus bienes y no cuentan con seguros de contenido.
Mientras tanto, los cuatro grandes bancos australianos han brindado apoyo financiero a los clientes afectados por las inundaciones.
Westpac ha lanzado un fondo de 10 millones de dólares para otorgar subvenciones a clientes y negocios en áreas afectadas por inundaciones.
Y el Commonwealth Bank, NAB y ANZ también han anunciado medidas de apoyo financiero.