PUNTOS DESTACADOS:
- Los cultivos de coca se han multiplicado en Perú con plantaciones en la frontera con Brasil y Colombia.
- En los últimos cinco años, 23 líderes indígenas y defensores ambientales han sido asesinados en Perú.
- En el Informe Mundial sobre Drogas 2024, Perú aparece como el segundo país a nivel global, después de Colombia, con la mayor cantidad de plantaciones de coca destinadas a la producción de cocaína.
Dos tercios de los cultivos de coca ilícitos en Perú están dentro de áreas naturales, territorios indígenas y bosques de protección. Así lo consigna el reciente informe de la gubernamental Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
El reporte señala que de las casi 93 mil hectáreas de hojas de coca cultivadas en Perú, 71 por ciento se encuentran en áreas naturales protegidas y sus zonas de amortiguamiento, territorios indígenas, bosques de producción permanente y concesiones forestales.
El director de la referida comisión, Carlos Figueroa, confirma que los cultivos de coca se disparan en Perú con plantaciones en frontera con Brasil y Colombia.
En el caso de los territorios indígenas peruanos, el monitoreo muestra un aumento de 120 por ciento entre 2019 y 2022, tiempo en el que pasó de 8 mil a 18 mil hectáreas, extensión que abarca las comunidades originarias campesinas y las comunidades nativas amazónicas.
Según los voceros indígenas como Herlin Odicio, el narcotráfico está destruyendo la selva para sembrar más hoja de coca, levantar narco laboratorios y construir pistas para sacar la cocaína.
De acuerdo con el informe, en el caso de las reservas indígenas en aislamiento y contacto inicial, las cifras crecieron en 144 por ciento, pues pasó de 171 hectáreas en 2021 a 416 en 2023. Esta superficie cultivada con coca se observa al interior de la Reserva Indígena Kakataibo Norte y Sur.
Así lo denuncia también Marcelo Odicio, líder de la comunidad Kakataibo, de unos 5.000 habitantes asentada en la reserva del mismo nombre, en la frontera con Brasil.
La Amazonía central del Perú es una de las zonas con más presencia de cultivos de coca y narcotráfico en ese país. Desde el año 2020, las amenazas y asesinatos de los líderes indígenas han sido constantes.
En los últimos cinco años, 23 líderes indígenas y defensores ambientales han sido asesinados en Perú y de ellos ocho se vinculan directamente con la acción del narcotráfico, señala un informe de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú.
El caso más reciente es el asesinato del líder kakataibo Mariano Isacama, quien fue desaparecido por 23 días. El dirigente Herlin Odicio, criticó la inacción de las autoridades peruanas para buscarlo.
Según la Fiscalía de Perú, luego de que se notificara la desaparición de Isacama Feliciano, junto a personal de Investigación Criminal de la Policía Nacional, se desarrollaron diferentes diligencias como la toma de declaraciones de testigos, y familiares, visualizaciones de constataciones, levantamiento del secreto de comunicaciones, entre otras.
Según la presidenta peruana, Dina Boluarte, los miembros de las bandas criminales, tienen los días contados.
Pero, ante la amenaza del narcotráfico, taladores de árboles y mineros ilegales, indígenas de la Amazonía peruana advirtieron que están dispuestos a aplicar "justicia" por su cuenta tras el asesinato del dirigente Mariano Isacama.
Recientemente, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, presentó su Informe Mundial sobre las Drogas 2024, en donde Perú aparece como el segundo país a nivel global, después de Colombia, con mayor cantidad de plantaciones de coca destinadas a la producción de cocaína.
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