El proyecto de plan prevé que se pague a los generadores para satisfacer la necesidad urgente de un suministro de electricidad nuevo, adicional y seguro.
Los críticos han ridiculizado el plan por considerarlo un protector del gas y del carbón, mientras que el primer ministro dice que es un plan de seguridad energética.
Pero la responsabilidad recaerá en los estados y territorios y los expertos advierten que los ajustes tendrán que ser cuidadosamente elaborados.
Pero el líder de los Verdes Federales, Adam Bandt, afirma que el Gobierno prolongará la crisis energética del país si sigue adelante con el mecanismo de capacidad propuesto.
El Consejo de Seguridad Energética propuso el esquema en el que los generadores de energía, incluidos los operadores de carbón y gas, recibirían un pago si podían garantizar el suministro de energía.
Los estados conectados a la red pueden excluir a determinados proveedores.
Por su parte, la comisión de consumidores afirma que está vigilando a las compañías eléctricas para asegurarse de que no actúan en contra de los intereses de los consumidores reteniendo el suministro o fijando precios al por menor por encima del umbral del mercado.
Los factores internacionales, como la guerra en Ucrania, han provocado un aumento de los precios mundiales del gas y del suministro.
Mientras tanto, una ola de frío en la costa este de Australia aumentó la demanda en la red al mismo tiempo que las centrales eléctricas de carbón experimentaron cortes inesperados.
Entrevistado: Alfonso Martinez Arranz, académico, investigador y experto en políticas energéticas y energías sustentables de la Universidad de Melbourne.