Bajo este plan, la Policía Federal tendrá poderes para penetrar en las redes informáticas domésticas por primera vez - moviéndose para defender mejor la infraestructura crítica de la nación de los crecientes ataques.
En los últimos meses ha habido un aumento de los ataques cibernéticos.
Nueve cervecerías australianas fueron desconectadas en junio, el horno de la acería de Port Kembla, en Nueva Gales del Sur, se cerró en mayo y hubo dos ataques de rescate al gigante de logística Toll en marzo y abril.
Pero la amenaza a los servidores australianos - y los datos que almacenan - es anterior a la pandemia.
La oficina principal de Toyota en Australia fue atacada en 2019 y el astillero de defensa Austal fue atacado en 2018.
El ministro del Interior, Peter Dutton, ha anunciado que la Policía Federal y la Comisión Australiana de Inteligencia Criminal tendrán la facultad de penetrar en las redes informáticas nacionales, pero no sin una orden judicial.
Por su parte, el Primer Ministro Scott Morrison dice que la estrategia es defender las universidades, las infraestructuras críticas e incluso el Parlamento Federal.
Son amenazas que los expertos dicen que continuarán a medida que esta crisis sanitaria y económica se profundice.
Sobre el anuncio, conversamos con el experto en estrategia y seguridad en Canberra, Cesar Álvarez.