El gobierno anunció su decisión de restringir el envío de remesas de cubanos a sus familiares, un ingreso clave para aliviar los magros salarios estatales y que además permitieron el surgimiento de negocios privados.
Además pondrá en vigor el 2 de mayo un fragmento de una ley de 1996, que ningún presidente desde Bill Clinton quiso aplicar para evitar conflictos con países como los miembros de la Unión Europea o Canadá.
Se trata del Título III de la ley Helms-Burton que habilita a los tribunales federales de Estados Unidos a recibir demandas contra empresas extranjeras que gestionan bienes confiscados después de 1959.
Una fuente de la Casa Blanca dijo que la medida se toma como represalia por el apoyo de Cuba a Nicolás Maduro. Los Estados Unidos reconocen a Juan Guaidó, líder de la oposición y de la Asamblea Nacional, como presidente de Venezuela.
Sobre el impacto de estas nuevas medidas, conversamos con el investigador y académico del Instituto de Estudios Cubanos de la Universidad de Miami en EEUU, Andy Gómez.