La policía de Nueva Gales del Sur detuvo el martes a al menos a seis personas involucradas en las protestas de “Sydney Black Lives Matter”, incluyendo a su organizador.
Los organizadores de la protesta estaban determinados a entregar una petición firmada por 90,000 personas al Parlamento estatal, pidiendo justicia para el indígena David Dungay Jr, quien murió en una prisión de Sídney en 2015 mientras estaba bajo la tutela de las autoridades del país.
Sin embargo, la protesta ya había sido catalogada como "no autorizada", tras una orden emitida por el Tribunal Supremo de Nueva Gales del Sur del domingo que aceptó el argumento de la Policía de Nueva Gales del Sur de prohibir la protesta alegando razones de salud pública, citando la posibilidad de que se diera una transmisión local de COVID-19 como consecuencia de esta protesta en el corazón de la ciudad.
El Tribunal de Apelación de Nueva Gales del Sur luego rechazó el lunes por la tarde una impugnación de los organizadores al fallo del Supremo que se basaba principalmente en el argumento de que el juez Mark Ierace no tenía autoridad para prohibir la protesta.
Puntos destacados:
- Policía detiene al menos a seis personas de las protestas incluido su organizador.
- Esto se da cuando se aplaza decisión de subir la edad de responsabilidad criminal en Australia.
- Un promedio de 600 niños menores de 14 años cumplen condenas en detención juvenil cada año.
La familia de Dungay había pedido a los manifestantes que asistieran a la manifestación ateniéndose a los protocolos de seguridad de la COVID-19, pidiéndoles que llevaran mascarillas y desinfectantes de manos.
Sin embargo, hubo una gran presencia policial en los alrededores del lugar de congregación, donde asistieron oficiales de la policía antidisturbios y escuadrones de perros, superando con creces el número de manifestantes.
El comisionado asistente de policía de NSW, Rick Willing, dijo que asistieron "muchos cientos" de oficiales.
Asimismo señaló que los manifestantes habían sido arrestados "por una razón". "No sabemos dónde está esta enfermedad, la forma en que evolucionará", dijo.
"No sabemos si alguien aparece o no en una reunión pública portadora de la enfermedad, ese es el problema con esto. Nuevamente, no estamos en contra de la protesta".
Estos hechos ocurren al paralelo con la decisión del Consejo de Fiscales Generales de aplazar la decisión de aumentar la edad de responsabilidad penal de 10 a 14 años.
En Australia, la detención de niños a partir de los 10 años es una política que afecta de manera desproporcionada a los niños indígenas.
Según el grupo Change the Record, que reúne a expertos legales y de salud aborígenes, los niños indígenas en algunas áreas son puestos tras las rejas hasta 43 veces más que los niños no indígenas.
Los miembros de los pueblos de las Primeras Naciones representan aproximadamente el 28 por ciento de la población carcelaria, a pesar de representar solo el tres por ciento de la población australiana.
En Australia, un promedio de 600 niños menores de 14 años cumplen condenas cada año, de los cuales aproximadamente el 70 por ciento son niños indígenas.
Por años, instancias internacionales veladoras de los Derechos Humanos, y las Naciones Unidas, han instado a Australia reiteradamente a que eleve la edad de responsabilidad criminal a al menos 14 años, alegando que estudios científicos comprueban que niños de 10 aún no han alcanzado el desarollo cognitivo necesario para distinguir el "bien del mal".
Sobre esos asuntos conversamos con el historiador y experto en temas aborígenes, Gustavo Martin en Canberra.
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