Sinopsis:
En el IX Congreso Internacional de la Lengua, celebrado en marzo en Cádiz, España, el escritor y columnista argentino, Martín Caparrós, propuso el nombre "ñamericano" para denominar desde ahora en adelante a la lengua española. Caparrós lo propuso con la intención de evitar que este idioma se siga identificando mayormente con España para, en cambio, reconocer la importancia de Latinoamérica en su uso y evolución.
"Decir español nos suena al producto de un país llamado España", dijo Caparrós en el Congreso de la Lengua, y agregó que "sería lógico que 450 millones no quieran pensar que hablan la lengua de otro".
La palabra propuesta por Caparrós, "ñamericano", lleva una Ñ inicial pues el argentino considera que esa es la letra más representativa de nuestra lengua.
La Real Academia de la Lengua Española (RAE) consideró esta propuesta nada más que como una “ocurrencia”. Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, defendió que no haya debate sobre el nombre de una lengua que hablan casi 500 millones de personas en el mundo, la gran mayoría de Latinoamérica.
"Nadie pone en duda que la lengua se llama español o castellano, nuestra Constitución -en España- dice castellano y en América se usa castellano o español", indicó Muñoz Machado.
A modo de burla, el escritor español Arturo Pérez Reverte, también miembro de la RAE, propuso llamar al idioma “gilipañol”, a lo que Caparrós le cuestionó si ese era el idioma en que Pérez Reverte escribía.
Para hablar más de este tema, en SBS Audio – Australia en Español conversamos con la doctora en lingüística aplicada de la Universidad de Queensland, Claudia Vásquez, y con el escritor español Adolfo García Ortega.
Escucha el informe y las entrevistas en el podcast localizado en la parte superior de este artículo.