El gobierno federal ha anunciado esta semana una inversión de 270 mil millones de dólares durante la próxima década para fortalecer el ejército de Australia, como parte de una actualización de la estrategia de defensa del país. Un movimiento estratégico internacional que los analistas aplauden, ante la deriva delicada que está tomando el panorama internacional.
El experto en seguridad y profesor en la Universidad New South Wales, César Álvarez, asegura que Australia ha manejado los tiempos de forma muy acertada porque en los últimos cinco años se ha visto un crecimiento acelerado de las capacidades militares y bélicas de China. Álvarez señala al manejo bastante agresivo en el reclamo de jurisdicciones marítimas y a la tensión entre países asiáticos como puntos a tener en cuenta en el panorama internacional.
En un mundo más complejo, estamos atravesando un cambio sin precedentes, defiende el experto, donde la hegemonía de Estados Unidos como gran potencia del mundo, está siendo cada vez más puesta en duda, junto con el resurgimiento de China como gran potencia militar.
Puntos destacados:
- Con el armamento militar, Australia quiere proyectar al mundo que es líder en la defensa del derecho internacional
- El manejo agresivo de China en las jurisdicciones marítimas y la tensión del país con Australia, han sido clave para el rearme militar australiano.
- Australia ha sido muy cuidadosa al no señalar públicamente a China como causante de ciberataques.
“Australia quiere proyectar que es un líder en la región en la materia del respeto al derecho internacional y en materia de seguridad, está dispuesto a mantenerse firme”.
Además, Álvarez defiende que Australia ha sido muy cuidadoso en el uso del lenguaje para no poner a China en el ojo público, al asegurar que existe tensión en el eje Asia – Pacífico.
La respuesta que hemos visto a la guerra comercial, cómo imponen restricciones y prohibiciones de importación de productos australianos o cómo sugieren a los estudiantes chinos que no vengan a nuestro país por conductas racistas, no es algo nuevo, aunque esta vez la frecuencia es más alta y utilizan otro lenguaje agresivo y poco diplomático, afirma el experto.
En el caso de que las tensiones llegaran a un punto de conflicto bélico entre ambos países, sería un conflicto de naturaleza marítima.
Se espera que en la próxima década Australia esté preparada y lista para proyectar el rol de país dispuesto a proteger el derecho internacional. Escucha la entrevista.