Sinopsis:
Los mexicanos acudieron a un ejercicio inédito en el país: elegir si remover o no al presidente de sus funciones. Los resultados preliminares difundidos por el Instituto Nacional Electoral (INE) muestran que el 90 por ciento de los electores apoyó la continuidad en la Presidencial del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
La autoridad electoral también confirmó que, de los más de 92 millones de mexicanos habilitados para votar, la participación en la consulta fue de 17 por ciento, una cifra muy por debajo del umbral del 40 por ciento necesario para que el resultado sea vinculante.
Los más de 15 millones de votos válidos equivalen a la mitad de la votación obtenida por López Obrador en 2018 cuando ganó la presidencia de México para un periodo de seis años. Frente a este señalamiento, el mandatario culpó al Instituto Nacional Electoral porque solamente instaló una tercera parte de las casillas.
La oposición, sin embargo, no hizo campaña para que se votara que el presidente dejara su cargo, sino que llamó a no participar en la consulta al considerar que solo era un ejercicio de propaganda para ratificar la buena imagen de López Obrador.
Mientras el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, dijo en conferencia de prensa que el gobierno de López Obrador no brindó el presupuesto completo al INE para instalar más casillas.
Después del referendo revocatorio, la vida de los mexicanos no ha cambiado, pero la de la democracia del país tal vez sí y para peor, porque se retomaron algunos vicios del pasado y tanto el presidente López Obrador como su partido, Morena, anunciaron que el siguiente paso sería reformar la ley electoral y reconfigurar el organismo que controla las votaciones.
El mandatario pretende que los consejeros electorales y magistrados sean electos por voto directo, abaratar el costo de operación del Instituto Nacional Electoral (INE) y que sea un órgano federal el que se encargue de toda la organización de los procesos electorales en el país.
Mientras, Mario Delgado, líder nacional del oficialista partido Morena, aseguró que no se trata de ningún "embate contra el INE", sin embargo, dijo que es necesario una modificación al órgano electoral mexicano.
En este momento, el partido Morena no alcanza la mayoría calificada para aprobar la reforma electoral, por lo que deberá negociar con la oposición la iniciativa que presentará el presidente López Obrador.
Ni con los votos de sus aliados legislativos, Morena alcanza las dos terceras partes en ninguna de las dos cámaras, requisito indispensable para reformar la Constitución tal como lo está planteando el mandatario.