n un escueto comunicado, la Iglesia aseguró que "se siente profundamente herida y avergonzada" y que los sacerdotes Rogelio Topin, Orlando Rivera y Karl Madrid llevan separados de sus funciones desde el pasado 6 de septiembre.
"Hasta el momento, la Iglesia Arquidiocesana no ha sido informada de que exista alguna acusación en contra de estos presbíteros, pero se ha tomado esta previsión de suspenderlos con el fin de restablecer la justicia, procurar la conversión del clero y reparar el escándalo causado", agregó el comunicado.
Los curas atendían parroquias de la capital en barrios populares y de riesgo social.
No es la primera vez que la iglesia católica afronta un escándalo de este tipo. Incluso se han denunciado casos de pederastia.
Wilfredo Salamanca, nuestro corresponsal en Centroamérica, con el informe.