Somyurek presuntamente entregó una carpeta que contenía 2.000 dólares y docenas de formularios de afiliación a su partido a un asesor que trabajaba para otro ministro del gobierno de Andrews en mayo pasado en un centro comercial de Melbourne.
El motivo de estos supuestos actos atribuidos al exministro de Gobierno Local y Pequeñas Empresas era tener un gran número de miembros falsos y amasar un poder político significativo dentro del Partido Laborista Australiano.
Este caso se vincula al denominado "branch stacking", es decir, cuando las personas que no tienen interés en afiliarse a un partido se inscriben como miembros al hacer que sus membresías sean pagadas por aquellos que tratan de influir en el partido.
Puntos clave:
Somuyerek habría pagado miles de dólares para crear membresias falsas
Somyurek ha sido despedido y se busca expilsarle del partido laborista
El escándalo le costó el puesto a otros dos ministros
La práctica puede cobrar más fuerza especialmente en el contexto de los procesos de pre-selección de los candidatos de los partidos y puede favorecer a determinadas facciones dentro de una formación política.
El líder del Partido Laborista Federal Anthony Albanese ha prometido un "examen adecuado" de la división victoriana del partido, mientras que los diputados y senadores federales han expresado su consternación por el modo en que el episodio ha dañado al partido.
Somyurek ha sido despedido tras las denuncias, aunque niega cualquier falta.
Andrews remitió rápidamente las acusaciones al organismo de control anticorrupción de Victoria y a la policía.
Tras las acusaciones, otros dos miembros del gabinete dimitieron tras el escándalo. El Tesorero Adjunto y Ministro de Asuntos de Veteranos, Robin Scott y la ministra de Asuntos del Consumidor, Marlene Kairouz, quienes prometieron limpiar sus nombres vinculados al escándalo.
El Ejecutivo Nacional Laborista también se está moviendo para expulsar a Somyurek del Partido.
Las acusaciones en contra van más allá del Parlamento de Victoria, con acusaciones de que Somyurek también está tratando de ganar influencia política en el Parlamento Federal.
El riesgo es que una intervención federal de esa magnitud podría ser enormemente desestabilizadora para el partido, dado que la polémica está creando tensiones entre facciones, y algunos diputados consideran que la investigación podría ser utilizada por los diputados de la izquierda para atacar a los enemigos de las facciones de la derecha.
Sobre el escándalo nos comunicamos con el exdiputado laborista y ex presidente del parlamento de Victoria, Telmo Languiller y con el analista político en Sídney, Ferran Martinez.