La mayoría de las personas que ingresan a Australia con la intención de radicarse, optan generalmente por grandes ciudades como Sydney Melbourne o Brisbane.
Simultáneamente, las regiones rurales del país presentan una marcada disminución en su población, que también está migrando hacia las grandes ciudades.
Para tratar de solucionar el problema de la distribución de la población, el gobierno australiano ofrece a los migrantes nuevas vías de residencia permanente siempre que permanezcan en áreas regionales durante cuatro años.
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