Un reciente fallo contra una empresa de limpieza que explotaba a trabajadores, muchos de ellos extranjeros, motiva pedidos a favor de la protección de trabajadores vulnerables que no hablan inglés y las condiciones de esclavitud moderna que afrontan.
Una empresa de limpieza en Sídney fue multada a pagar $447.300 por explotar a 51 trabajadores, de los cuales muchos de ellos fueron tratados en condiciones de esclavitud moderna.
La justicia australiana también ordenó a la empresa, llamada Grouped Services, a pagar 223.000 dólares a 49 empleados que explotó entre los años 2011 y 2013.
En el proceso se conoció que la dueña de la empresa Rosario Pucci amenazó a una estudiante colombiana con deportarla y le dijo a otra de nacionalidad italiana que le bese el trasero después de que ésta le reclamara que le pagara los salarios que le debía por semanas.
La jueza Anna Katzmann del Tribunal Federal remarcó en este proceso que los empleados padecían problemas financieros dado que muchos de ellos habían estado desempleados por algún tiempo antes de unirse a esa empresa.
Una de las empleadas incluso mantenía a su pareja mientras se sometía a un tratamiento contra el cáncer y otro tuvo que abandonar el país porque no podía mantenerse.
Por eso la jueza le impuso una multa personal de 74.300 dólares a Rosario Pucci por sus intentos calculados de pagar por debajo del sueldo mínimo y no respetar otros derechos laborales.
La defensora del Pueblo sobre Trabajo Justo, (FairWork Australia) Natalie james, comentó que se trata de uno de los casos más complejos de estafa a los trabajadores en un esquema en el que se intentaba clasificar a los trabajadores como contratistas independientes provenientes de otra empresa que operaba en la misma dirección que Grouped Property Services.
No es la primera vez que se producen abusos y maltratos de trabajadores extranjeros, muchos de ellos sometidos a condiciones laborales que linden con la esclavitud moderna.
Organizaciones como The Salvation Army piden leyes más fuertes para regular las organizaciones de contratación laboral, no solo en el sector de la limpieza sino también en la hostelería y la agricultura para evitar que se subcontrate a trabajadores extranjeros y vulnerar sus derechos.
También que se implemente una ley contra la esclavitud moderna, una situación que se cree afecta a unas 4.300 personas en Australia, según el Índice de esclavitud global.
La antropóloga y trabajadora comunitaria, Rafaela López, quien tiene mucho contacto con estudiantes internacionales comenta que estos casos de esclavitud laboral son frecuentes.
El salario mínimo legal en Australia es 17.70 dólares la hora.
Existen diversas instancias a las que se puede acudir para pedir ayuda, como las organizaciones comunitarias o instancias como el ombudsman o la defensoría del pueblo o la oficina de FairWork Australia.
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