Los australianos se dirigirán pronto a las urnas para decidir quién dirigirá la nación, con el pistoletazo de salida de las próximas elecciones que se celebrarán el 21 de mayo.
La contienda enfrentará al primer ministro, Scott Morrison, con el líder laborista, Anthony Albanese, y se desarrollará una feroz campaña para ganarse la confianza de los votantes.
La esperada campaña previa a los comicios ya ha visto a ambos líderes salir a la palestra en los principales estados en disputa, en una señal del torbellino de escalas políticas que se avecinan.
Tampoco faltan las preocupaciones que podrían influir en la opinión pública de los votantes en las urnas.
Las presiones sobre el costo de la vida, las amenazas a la seguridad nacional y el renovado interés por el cambio climático a causa de las devastadoras inundaciones, son todos ellos focos de atención.
¿Cómo va el tablero?
La Coalición comienza estas elecciones de nuevo por detrás en las encuestas, después de que Morrison también se enfrentara a la misma posición durante su autodenominada victoria "milagrosa" en las elecciones de 2019.
Su gobierno tiene la intención de luchar para mantener el cargo mediante la entrega a los bolsillos de los votantes, con una serie de promesas financieras hechas en el presupuesto federal.
También está haciendo un llamamiento para mantener la fe en sus credenciales como gestor económico, mientras navega entre los elogios y el escrutinio de su gestión de la pandemia.
Mientras tanto, los laboristas han insistido en que no dan por sentado el apoyo expresado en las encuestas, ya que se vieron perjudicados por estas predicciones en las últimas elecciones.
El partido laborista sostiene que las familias se están quedando atrás por el aumento del costo de la vida y el estancamiento de los salarios debido a la mala gestión de la Coalición.
Los laboristas también culpan a la Coalición de no haber puesto en práctica políticas ambiciosas a largo plazo en las tres legislaturas que lleva en el poder.
Mucho camino por recorrer
El experto electoral de la Universidad de Griffith, Ferrán Martínez i Coma, dijo a SBS Spanihs que también considera que no hay que fiarse de los resultados que arrojan las encuestas, ya que apenas comienza campaña electoral oficial de seis semanas.
“Creo que todavía hay mucho partido por jugar”, explica el politólogo, al tiempo que apunta que aún se desconoce cuáles serán “los asuntos que los ciudadanos van a primar” entre las dos propuestas de los partidos principales.
“Si algo nos ha enseñado las elecciones anteriores es que … nunca hay que negar la capacidad electoral del Primer Ministro. Es un tipo que hace muy buenas campañas y todavía desconocemos la capacidad del otro candidato, Albanese, como candidato”.
Leader of the Opposition, Anthony Albanese (L) and Prime Minister of Australia, Scott Morrison (R) in the House of Representatives chamber at Parliament House. Source: Getty
Dos narrativas distintas
Martínez i Coma explica que espera que durante esta campaña electoral los dos principales partidos intentarán vender una narrativa o mensaje que intente legitimar sus planes de gobierno y apelar al electorado, al tiempo que intentarán poner al adversario en evidencia.
Cada partido intenta promover su agenda lo mejor que puede.
En ese sentido, el académico señala que hay argumentos que ambos partidos van a poder utilizar efectivamente para intentar movilizar al electorado a su favor, mientras minimiza los logros o capacidades del contrincante.
“Los liberales van a decir, ‘no sabemos cómo nos podría haber ido con un partido laborista en el gobierno’. Pero dices, ‘bueno, perdona, en Australia Occidental y en Victoria ha habido gobiernos laboristas y los resultados han sido buenos o mejores que en los gobiernos regionales o estatales que son liberales’”, explica Martínez i Coma.
“A la inversa, los laboristas dicen que hay otras cuestiones (problemáticas de índole social) que hay que tomar en cuenta, pero los liberales van a decir que para adoptar esas políticas tiene que haber una economía que esté funcionando.”
El politólogo también apunta que, si bien muchos analistas hablan de que en esta elección se podría observar una mayor influencia de candidatos independientes, él considera que algunas candidatas independientes sí tienen posibilidades de ganar un escaño en algunos distritos de Sídney, pero que piensa que “se le está dando mucho espacio a los independientes, mucho más de las opciones que tienen”.
“Pero eso lo veremos el día de la elección”, concluye.
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