Sinopsis
A solicitud del presidente Nayib Bukele, el Congreso de El Salvador aprobó la cuarta prórroga del estado de excepción que ha dejado más de 46 mil presuntos pandilleros detenidos, a pesar de las denuncias sobre capturas arbitrarias desde la entrada en vigencia de la medida a finales de marzo.
Después de que el 26 de marzo se reportaran 62 homicidios, un nivel de criminalidad que no se había visto en años en El Salvador, el Congreso aprobó el estado de excepción que limita la libertad de asociación y suspende el derecho de una persona a ser debidamente informada de sus derechos y razones del arresto, así como la asistencia de un abogado.
Además, amplía de 72 horas a 15 días el plazo de detención administrativa y permite a las autoridades intervenir la correspondencia y celulares de quienes consideren sospechosos.
Según la Constitución del país centroamericano la suspensión de estos derechos no debe exceder un plazo máximo de 30 días y únicamente se ampliará si se mantienen las causas que generaron la declaración. El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, defendió la ampliación de la medida.
Durante décadas, El Salvador ha tenido una de las tasas más altas de violencia relacionada con pandillas. En 2015, su tasa de homicidios fue de más de 103 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Nayib Bukele fue elegido presidente en 2019 y en sus primeros días de gobierno redujo drásticamente el número de homicidios granjeándole un éxito sin precedentes. Sin embargo, el medio digital El Faro filtró audios como evidencias del pacto de funcionarios con cabecillas de las pandillas a cambio de beneficios carcelarios.
Mientras, la diputada del oficialista partido Nuevas Ideas, Rebeca Santos, defendió la extensión del régimen de excepción destacando que durante este gobierno se registran 155 días sin homicidios en El Salvador. Escucha el informe completo presionando la imagen principal.
