El ala dura del liberalismo está presionando al primer ministro Malcolm Turnbull para que deje de subvencionar el Programa Safe-Schools, Escuelas Seguras. Una medida instaurada en 2013 por el gobierno laborista dotada con 8 millones de dólares para luchar contra la discriminación de los estudiantes y profesores gays, lesbianas, bisexuales o transgénero.
Al mismo tiempo el mandatario ha sido acusado de sucumbir ante las voces más conservadoras al aprobar una comisión para revisar el programa Safe-Schools al que se han destinado 8 millones de dólares.