El primer ministro Scott Morrison, en un discurso sobre el futuro de las ciudades de Australia, dijo que Sídney y Melbourne se han visto abrumadas por el crecimiento de la población.
No está claro qué impacto tendría un recorte en la migración permanente en la congestión de las ciudades, dado que los niveles de admisión ya están muy por debajo del límite actual de 190,000 inmigrantes por año.
Morrison dijo que le preguntaría a los líderes estatales y territoriales en una reunión en diciembre cuántos migrantes pueden tomar de manera realista sus respectivas jurisdicciones.
Anteriormente, indicó que los estados estaban mejor situados para determinar su capacidad de crecimiento futuro.
Una encuesta reciente de Fairfax-Ipsos encontró que el 45 por ciento de los encuestados pensaba que las cifras de inmigración deberían reducirse.
Sobre la propuesta del Primer Ministro, la opinión del agente de inmigración Miguel Mudbidri.