El presidente del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, Hoesung Lee, señaló que el reciente informe destaca la urgencia de proteger la seguridad alimentaria del planeta, sobre todo, porque se espera que la población mundial alcance los diez mil millones para el 2050.
"La tierra está bajo inmensa presión por la actividad humana", dijo Lee.
Según el estudio, casi un tercio de la comida en todo el planeta se pierde o se desperdicia. Las causas difieren de acuerdo a los países desarrollados y en desarrollo, pero el informe deja en claro que hay que mejorar el rendimiento agrícola.
La directora del Panel, Valérie Masson-Delmotte indicó que los efectos del cambio climático son evidentes en las estaciones que han convertido el suelo en varias áreas del mundo, en zonas totalmente áridas.
Delmotte declaró que el efecto de los seres humanos se puede evidenciar en más del 70 por ciento del planeta y que una cuarta parte de esta superficie ha dejado de ser apta para uso agrícola.
Agregó que la forma de producir y consumir alimentos contribuye a la pérdida de ecosistemas naturales y la disminución de la biodiversidad.
“Cuando el suelo se degrada, reduce su capacidad de absorber carbono; un hecho que agrava los efectos del cambio climático”, señaló.
El informe internacional, elaborado por 107 científicos de más de 50 países, advierte que se deben tomar medidas inmediatas para que el sistema alimentario mundial sea más sostenible.
El copresidente del panel Jim Skea dijo que entre el 25 al 30 por ciento de los alimentos que se producen alrededor del mundo se pierden o se desperdician, por lo tanto, si se logra cambiar este patrón la presión sobre el suelo para actividades agrícolas disminuiría y la seguridad alimentaria aumentaría.
Skea agregó que también es importante cambiar los hábitos alimenticios ya que existen pruebas científicas que muestran que las huellas de carbono que dejan las dietas a base de plantas son más bajas que las que contienen carne.
"Algunas dietas requieren alimentos que para crecer necesitan más tierra y agua y generan mayores emisiones de carbono, por ejemplo, las dietas con alto contenido de granos, nueces y verduras dejan una huella de carbono más baja que las que tienen un alto contenido de carne, y conducen a mejores resultados de salud”.
Mientras tanto en Australia, miles de estudiantes universitarios abandonaron sus clases el viernes, para unirse a un movimiento juvenil global que pide acción urgente sobre el cambio climático.
El sindicato nacional de estudiantes (NUS, por sus siglas en inglés) organizó las marchas alrededor del país con el propósito de hacer énfasis en lo que los estudiantes describen como "el mayor problema de su generación".
La estudiante de ingeniería de la Universidad de Melbourne, Charli Fouhy, funcionaria pública de educación del sindicato, dijo a SBS Spanish, que el impacto de comer carne es uno de los muchos problemas asociados con el cambio climático.
“Creo que comer menos carne ayudará en la lucha contra el cambio climático, pero creo que el cambio climático es un problema enorme y dejar de comer carne, para mí, no es suficiente ni tampoco es una solución…Creo que la cultura consumista es el tema central de esta cuestión, en particular los niveles extremos de consumo en nuestra sociedad”, destacó.