Sinopsis
El cambio climático es una de las principales causas de la migración en América Latina y el Caribe. Entre 1998 y 2020, los fenómenos climáticos y geofísicos causaron 312 000 muertes y afectaron directamente a más de 277 millones de personas en la región, según el informe sobre el estado del clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El estudio señala que Los Andes, el noreste de Brasil y los países del norte de Centroamérica son algunas de las regiones más sensibles a las migraciones y los desplazamientos motivados por causas climáticas, y advierte que dichos fenómenos han aumentado en los últimos ocho años.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, describió el informe de la Organización Meteorológica Mundial como una "crónica del caos climático" y acaba de ratificarlo previo a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27) en Egipto.
Según el estudio de la Organización Meteorológica Mundial, el consiguiente aumento de la inseguridad alimentaria y la pobreza son los principales motores de la migración, y cita que cada vez más, las inundaciones y tormentas, deslizamientos de tierra y derrumbes afectan a Centroamérica mientras que las zonas áridas se ven afectadas por las sequías.
En el corredor seco del pacífico centroamericano, las inundaciones y sequías han empujado el éxodo de campesinos de Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
En noviembre de 2020, los huracanes Eta e Iota arrasaron Centroamérica y cambiaron la vida de casi 10 millones de personas, principalmente hondureños.
En 2020, los desplazamientos internos en la región se debieron a desastres naturales; casi un millón en Honduras, 600 000 en Cuba y 339 000 en Guatemala.
Ante dicha emergencia, el Secretario General de la ONU, António Guterres, declaró que Centroamérica debe ser “prioridad absoluta” en términos de cooperación internacional.
La oficina de la ONU también señala los desplazamientos masivos registrados en Perú en 2017 provocados por el fenómeno El Niño, la movilidad de comunidades amazónicas que enfrentan incendios cada vez más devastadores y la persistente sequía en la zona central de Chile.
Agrega las inundaciones que afectaron el noreste brasileño a finales de 2021 o la necesidad de reubicar poblaciones costeras afectadas por la subida del nivel del mar.
Históricamente, la migración en la región ha fluido desde Sudamérica, Centroamérica y México hacia ciudades estadounidenses como Miami, Nueva York, Houston y Los Ángeles. Sin embargo, las ciudades estadounidenses que reciben migrantes también están expuestas a los crecientes impactos del cambio climático.
