Donald Trump amenaza con deportaciones masivas amparado en la ley de Enemigos Extranjeros

Election 2024 Trump

El candidato presidencial republicano, el expresidente Donald Trump, escucha durante un receso en una reunión de Fox News con Harris Faulkner en The Reid Barn, el martes 15 de octubre de 2024, en Cumming, Georgia. Source: AAP / Julia Demaree Nikhinson/AP

El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, advierte que si regresa a la Casa Blanca promoverá deportaciones masivas de migrantes e invocaría la Ley de Enemigos Extranjeros, aplicada a 122 mil japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.


PUNTOS DESTACADOS:
  • La Ley de Enemigos Extranjeros otorga al presidente de Estados Unidos amplios poderes para deportar a ciudadanos extranjeros.
  • Promulgada en 1798, esta ley sólo puede ser evocada en tiempo de guerra y permite expulsar extranjeros sin el debido proceso legal.
  • Según expertos, esta ley apunta principalmente a ciudadanos de países incluidos en la lista de Estados Unidos como naciones con alta actividad terrorista o consideradas "adversarios estratégicos".
El expresidente Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, anunció que de volver a la Casa Blanca podría llevar a cabo deportaciones masivas de inmigrantes regulares. Para lograrlo, invocaría la ley de Enemigos Extranjeros, promulgada en 1798, usada solo en tiempo de guerra y que permite expulsar extranjeros sin el debido proceso legal.

Trump usó el escenario de un mitin en Aurora, Colorado, acompañado de fotos de dos supuestos miembros de la banda de origen venezolano Tren de Aragua, para anunciar que echará mano de la ley de Enemigos Extranjeros que se aplicó en los campos de internamiento de ciudadanos con raíces japonesas durante la Segunda Guerra Mundial.

En esa época, Estados Unidos implementó políticas que resultaron en el encierro forzado de aproximadamente 122 mil japoneses norteamericanos, como parte de una respuesta militar a la percepción de amenaza que representaban. Más de la mitad de los detenidos eran japoneses provenientes de Latinoamérica, principalmente de Brasil y Perú.


Esta acción se formalizó a través de una orden firmada por el entonces presidente Franklin Roosevelt, en febrero de 1942. La orden permitió la creación de "áreas militares", de las cuales se excluía a ciertos grupos, principalmente a los de ascendencia japonesa, bajo la justificación de proteger la seguridad nacional y prevenir el espionaje.

Estos centros eran en su mayoría campos de internamiento en áreas remotas donde los japoneses norteamericanos eran mantenidos bajo condiciones severas.

En ese entonces, la Corte Suprema de Estados Unidos validó la constitucionalidad de estas acciones en dos ocasiones. No fue sino hasta décadas después del fin de la guerra que el gobierno estadounidense reconoció la injusticia de estas acciones.

En 1988 el presidente Ronald Reagan firmó una ley que otorgaba una compensación de $20,000 a cada sobreviviente de los campos de internamiento, junto con una disculpa formal del gobierno de Estados Unidos.


La Ley de Enemigos Extranjeros otorga al presidente de Estados Unidos amplios poderes para deportar a ciudadanos extranjeros que sean considerados enemigos del país en tiempos de guerra o conflicto.

Por tanto, la propuesta de Donald Trump ha generado preocupación entre las comunidades migrantes, quienes temen las implicaciones humanitarias y sociales que tendría esta medida.

A nivel político, varios legisladores latinos han condenado la propuesta. El congresista demócrata Joaquín Castro, representante de Texas y de origen mexicano, afirmó que esta ley sería un retroceso significativo en los avances que las comunidades inmigrantes han logrado en los últimos años.

Según expertos, la ley de Enemigos Extranjeros apunta principalmente a países incluidos en la lista de Estados Unidos como naciones con alta actividad terrorista o consideradas "adversarios estratégicos". Entre ellos se destacan ciudadanos de Irán, Siria, Yemen, Somalia, Venezuela y Nicaragua.


Mientras tanto, las encuestas más recientes sobre las preferencias electorales de los votantes latinos en Estados Unidos muestran una ventaja para la demócrata Kamala Harris sobre el republicano Donald Trump.

Según un informe del Centro de Investigación Pew, el 54 por ciento de los votantes latinos registrados respaldan a Harris, mientras que el 38 por ciento apoya a Trump.

Escucha el informe completo en el podcast que se encuentra al inicio de la página.


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