Acostumbrado a las batallas, Telmo Languiller admite que nunca tuvo miedo o vergüenza de hablar en español en público, a pesar de que sabía que los australianos de la década de los años 70 miraban mal a las personas que no hablaban en inglés, e incluso las insultaban públicamente.
“Dicen que yo hablo un poco alto y siempre hablé alto, nunca bajé la voz; ni en el ómnibus, ni en el transporte público, ni en una fábrica. Mi lengua es mi lengua y la he defendido desde que me acuerdo”, afirma con una actitud desafiante el uruguayo más conocido de Melbourne.La Australia que recibió a este inmigrante de Montevideo, era un país completamente diferente a la Australia del siglo XXI.
Telmo Languiller entregando un discurso en el Parlamento de Victoria. Source: Supplied (Latin Stories Project)
La cultura anglo-celta definía la identidad australiana, y el multiculturalismo, una política introducida por el gobierno laborista de Gough Whitlam en 1973 e impulsada por la siguiente administración del liberal Malcolm Fraser, existía como un concepto indefinido en las mentes de un pequeño sector progresista.
Si pedías un vaso de vino para ellos (los australianos) era, ¿pero este tipo de dónde viene?
“Hoy se toma vino, Chardonnay, Sauvignon… en aquel entonces pedías un vino y siempre tenías algún problema, a nivel de la calle era complicado”, recuerda Telmo en entrevista con SBS Spanish.
“En Footscray, el centro de los migrantes, ibas a los pubs y sabías que ibas a tener algún problema si pedías un vaso de vino. Para ellos era, ¿pero este tipo de dónde viene?”
“Utilizaban todas las palabras que se te puede ocurrir en español y en inglés para decirnos que nosotros éramos mujercitas. ¡Pidiendo vino, por favor! Había que tomar cerveza.”La intolerancia hacia las personas que practicaban costumbres e idiomas diferentes también se veía en los sitios de trabajo, como observó Telmo durante su período de empleo en el frigorífico, Angliss Meat Company, en Footscray, donde encontró uno de sus primeros trabajos.
Uno de los muchos pubs antiguos de Footscray. Source: Wikipedia
“En el frigorífico donde nosotros trabajábamos, si bien fue una muy buena experiencia, tú llegabas, ibas a un salón comunal, donde había dos mil personas y no te podías sentar donde vos querías, tenías que ubicar alguna mesa con algún latinoamericano, porque todas las sillas estaban ocupadas”.
“Tenían esa cultura como las cárceles; esta mesa pertenece a mengano… ibas con la bandejita a sentarte en algún lugar y te decían acá no.”
“De pronto pasabas 15 minutos buscando una mesa hasta que la encontrabas, qué típicamente, era dentro de tu cultura latinoamericana.”
“Entonces armabamos nuestra mesa y dijimos esta mesa es nuestra, y tenías que defenderla porque si no, tenías que comer parado”.
Tenían esa cultura como las cárceles; esta mesa pertenece a mengano… ibas con la bandejita a sentarte en algún lugar y te decían acá no.
Pese a los escollos, nunca nadie logró ponerle el pie, de hecho, las batallas en esos primeros años le sirvieron como campo de entrenamiento para aprender a moverse en una cultura excluyente y eventualmente, lanzarse a la política australiana, 26 años después de llegar a Australia.
Comenzó como funcionario electoral del ex viceprimer ministro Brian Howe bajo el gobierno de Bob Hawke y luego Paul Keating (1992-1996), y a los 42 años se convirtió en el primer latinoamericano en servir en el parlamento de Victoria como representante de los electorados de Sunshine (1999-2002), Derimut (2002-2014) y Tarneit (2014-2018) en el oeste de Melbourne.
Pero el salto al ámbito de la política no fue una coincidencia. Telmo trabajó con el movimiento sindicalista australiano por varias décadas, a raíz de su experiencia temprana con movimientos políticos y sociales en Uruguay.
A fines de los años 60 cuando era un estudiante de apenas 13 años Telmo decidió afiliarse al Frente Estudiantil Revolucionario (FER 68), una organización de izquierda vinculada al Movimiento de Liberación Nacional de Uruguay, conocido como el Movimiento Tupamaro, creada como respuesta a la crisis económica y social que atravesaba el país latinoamericano.“Yo fui personalmente herido gravemente de bala como estudiante, como dirigente estudiantil muy joven y por lo tanto fuimos un objetivo de algunos grupos que en aquel entonces se les llamó la JUP (Juventud Uruguaya de Pie) un grupo extremista de derecha ilegal”.
Telmo (derecha) con su prima Marta y su hermano julio. Source: Supplied (T. Languiller)
En 1973 cuando el presidente Juan María Bordaberry cerró el parlamento y declaró un golpe de estado para instalar una dictadura militar, jóvenes como Telmo se convirtieron en blancos de las autoridades y grupos de extrema derecha.
Con 16 años recién cumplidos y bajo los consejos de los lideres del FER, Telmo huyó al país vecino, Argentina, para “reagruparse” con otros activistas políticos afines a la ideología del movimiento.
Permaneció en Buenos Aires por un año hasta que la situación se tornó peligrosa e insostenible tras la persecución y detención de activistas políticos chilenos, uruguayos y argentinos en la cúspide del golpe de estado argentino en 1976.
Como consecuencia Telmo retornó a Uruguay y allí su familia (padre, madre y hermano) tomaron la decisión de abandonar el país.
Fui herido gravemente de bala como estudiante... fuimos un objetivo de algunos grupos que en aquel entonces se les llamó la JUP.
“Dos embajadas nos ofrecieron (refugio), una fue la embajada de Noruega, porque había vinculaciones a través de la marina mediante mi padre y la otra fue la embajada australiana, y nosotros decidimos por Australia.”
Aquí encontró todo lo que buscaba y mucho más.
“Cuando experimentas lo que nosotros experimentamos, en el caso mío tuve a los militares y la policía buscándome… aprecias mucho cuando te dan un hogar, cuando te dan seguridad, cuando te dan refugio, cuando te dan alimento, cuando te dan trabajo.”
Llegaron a Melbourne en 1974 con muy pocas pertenencias y sin hablar inglés, pero Telmo recuerda las primeras impresiones de Australia “con muchísimo cariño”.
“Nos estaban esperando en el aeropuerto, porque teníamos un dólar… y no podíamos salir del aeropuerto con un dólar … (nos pusieron) adentro de un auto que nos pareció increíble … nos dijeron, pónganse el cinto, y nos llevaron a un hostel donde había un muchacho, Charly, un típico cubano lindo alegre con una gran sonrisa que nos dijo ustedes van a ir al edificio verde L10… y tú mirabas eso (el edificio) y era un 5 estrellas, para nosotros era un 5 estrellas”.Durante los primeros años, Telmo vivió con su familia en residencias suministradas por el gobierno, en línea con el plan estratégico de tres pasos para ayudar a los inmigrantes a establecerse exitosamente en la sociedad.
Midway Hostel (Maidstone) Source: Wikipedia
El primer paso incluía vivienda en los establecimientos específicamente construidos para alojar inmigrantes y refugiados después de la segunda Guerra Mundial, conocidos en inglés como “hostels” donde las familias se podían quedar, por lo general, un periodo máximo de un año. Luego, algunas familias optaban por alquilar una casa en algún suburbio cercano al hostel, otras aceptaban la oferta del gobierno y se iban a vivir a los departamentos de baja altura, comúnmente conocidos como “los flats de seis meses” donde podían quedarse por un tiempo limitado.
“Fue increíble, después del hostel pasamos a unas viviendas de transición que coloquialmente se le llamaban los apartamentos de seis meses, que estaban alrededor del hostel pero eran viviendas más autónomas… obviamente tu tenías que hacer tu propia limpieza y empezabas a acostumbrarte a vivir sólo en esta sociedad”.
El tercer y último paso de transición para los inmigrantes que decidían seguir el camino de la familia de Telmo era ir a vivir a las torres de apartamentos públicos. Una vez allí, el gobierno te soltaba la mano.
“Nosotros vivimos en los edificios altos, que en inglés se llaman 'high rise buildings', en Flemington, en el departamento número 67 bloque 120, que está adjunto a la autopista que hoy se llama Citylink".
One of the iconic high-rise public housing towers in Flemington. Source: AAP
Cada vez que pasa por su antiguo barrio Telmo recuerda con gran afecto esos primeros años en los cuales fueron recibidos con los brazos abiertos y con programas de ayuda que le cambiarían su vida.
Pues en esa época Australia impulsaba a los inmigrantes a priorizar las clases de inglés que el gobierno ofrecía de manera gratuita, por encima de ir a buscar un trabajo, porque consideraba que a la larga, aprender el idioma era fundamental para que un inmigrante progrese y logre insertarse exitosamente en el nuevo país.
En el caso de Telmo, no se equivocaron.
El inmigrante uruguayo apostó por perfeccionar su inglés, estudiándolo exhaustivamente hasta que logró dominarlo, pues su gran capacidad como comunicador y orador político no podrían haber salido a la luz si no hubiese sido por su dedicación al idioma.
Cuando experimentas lo que nosotros experimentamos… aprecias mucho cuando te dan un hogar, cuando te dan seguridad... refugio... alimento... trabajo.
“Yo aprendí esta lengua y me empeciné en forma obsesionada a hablarla tan bien como ellos y poder manifestar todo lo que estoy diciendo en español, hacerlo de la misma manera en inglés y dominar sus sutilezas, sus coloquialismos, y sus modismos.”
En 2002 logró ver los frutos de su esfuerzo cuando lo nombraron Secretario Parlamentario de Servicios Comunitarios, y nuevamente en 2004 cuando fue elegido presidente interino del Parlamento de Victoria, poco antes de conseguir el puesto de Secretario Parlamentario para Asuntos Multiculturales (2006) y un año después, Servicios Humanos.
Tras la elección del gobierno laborista de Daniel Andrews en las elecciones estatales de 2014, Telmo fue finalmente elegido presidente de la Asamblea Legislativa de Victoria, convirtiéndose así en el primer inmigrante latinoamericano en asumir el prestigioso cargo, que hasta esa fecha, sólo había sido ocupado por políticos de ascendencia anglo-celta.
Sirvió en el cargo durante cuatro años antes de retirarse de la política.
“Empecé con derechos humanos políticos civiles sindicales pero cuando yo me jubilo en el 2018 el premier convoca en el salón de nuestro partido a todos los parlamentarios, a todo el gabinete, y me presenta esto como reconocimiento y apreciación al trabajo que nosotros habíamos realizado.
Yo aprendí esta lengua y me empeciné en forma obsesionada a hablarla tan bien como ellos y poder manifestar todo lo que estoy diciendo en español, hacerlo de la misma manera en inglés.
Telmo se refiere a la legislación que él ayudó a promulgar y que garantiza que una persona con discapacidad no puede ser discriminada o tratada injustamente debido a su discapacidad.
Esta legislación representa uno de sus mayores logros y razones de orgullo.
“Yo no lo sabía fue un homenaje muy lindo nos fuimos con mucho cariño, nos fuimos con mucho respeto, nos fuimos ubicando todas las problemáticas que habíamos tenido en su lugar”.
Las “problemáticas” a las que Telmo se refiere le destruyeron en menos de dos meses, una carrera política que le tomó décadas construir.
En 2017 el periódico de Melbourne, The Age, reveló que Telmo había reclamado miles de dólares en gastos parlamentarios por vivir en una segunda vivienda en la localidad de Queenscliff, ubicada a más de 80 kilómetros fuera de su electorado de Tarneit y lejos de su casa habitual.
Languiller en el Parlamento antes de dimitir. Source: News Corp Australia
Y es que un año antes Telmo estaba pasando por una serie de problemas en su vida personal y familiar que requerían alejarse del área metropolitana de Melbourne. Como resultado, alquiló (a través de un acuerdo comercial) una vivienda en Queenscliff como su lugar de residencia principal.
Sin embargo, durante el transcurso de 2016, sus circunstancias personales y familiares cambiaron, lo que le obligó a dedicar más tiempo en el área metropolitana de Melbourne; tenía que cuidar a sus hijos menores de edad, a padres ancianos y otros familiares inmediatos, y esta nueva realidad se convirtió en su prioridad.
En febrero de 2017, Telmo notificó al Secretario de la Asamblea Legislativa que ya no deseaba reclamar el segundo subsidio de residencia, y aunque reconoció que el reclamo de los subsidios no estaba a la altura de los "estándares de la comunidad", reembolsó la cantidad total de $ 37,800 reclamada como asignación por segunda residencia y en 2018 renunció como presidente del Parlamento de Victoria.
Su salida de la política fue súbita pero como Telmo no era ajeno a las crisis o el caos logró encaminar su vida en otra dirección.
Admite que entre sus mayores logros se encuentra el haber sido elegido, por unanimidad, presidente de la Asamblea Legislativa de Victoria, y reconoce que para convertirse en el primer inmigrante latinoamericano en llegar a este puesto, necesitaba un ejército de personas que confiaban en él.Su familia, amigos, colegas, la comunidad hispana y las personas del pueblo australiano que lo votaron porque creían en él y en su capacidad de mejorar sus vidas.
En su oficina en el Parlamento de Victoria. Source: Supplied by Latin Stories Project
“Todo lo que yo pude hacer lo pude hacer porque hubo una gran colectividad y un gran movimiento que nos apoyó, latinoamericanos y australianos. Creo que es un gran triunfo... yo solo no hubiese podido sobrevivir ”, afirmó.
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Esta historia es parte del proyecto de "Nuestras Voces" de "Latin Stories Australia". Para conocer otras historias de inmigrantes hispanos en Australia visita la página de internet de Latin Stories Australia en: www.latinstoriesaustralia.com y busca bajo.
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Destino: Australia |Ep 1| Cómo Ivana encontró su voz