Con una sonrisa amplia y una voz cálida, la simpatía de la embajadora Julie-Ann Guivarra destaca entre los más altos círculos diplomáticos australianos.
A pesar de lo ilustre del puesto que ostenta, su afabilidad me invita a tutearla y hasta llamarla por su primer nombre, Julie-Ann, y no por su cargo y apellido.
Julie-Ann, cuya ascendencia doble es tanto aborigen como isleña del Estrecho de Torres, es una pionera: fue la primera en su familia en ir a la universidad, la primera indígena en servir en los más altos rangos en el Ministerio de Exteriores, y desde 2018, la primera mujer indígena en representar a Australia como embajadora.
Guivarra fue enviada a España, lugar donde nació su apellido vasco, el cuál heredó de un bisabuelo de origen indígena australiano y también filipino: una combinación no del todo inusual, dado que las antiguas rutas de comercio marítimo entre Asia, Europa y Oceanía llegaban hasta las islas del Estrecho de Torres.
“Obviamente mi apellido es español porque mi bisabuelos eran de las islas filipinas. Solo fue cuando me dieron este puesto que empecé a aprender español,” cuenta la embajadora.
“Desde que llegué aquí el año pasado, hemos tenido la oportunidad de hablar con muchas personas (…) A la gente le gusta mucho la historia de la población indígena en Australia. Es interesante.”Desde su infancia, la hoja de ruta de Julie-Ann parecía indicar un futuro internacional.
Ambassador's grandfather (standing) and his brother (sitting). Source: Supplied
“Yo nací en Cairns, en el norte de Queensland, y mi familia es indígena. Yo viví en varios pueblos, como Cooktown y Townsville porque cuando era joven mi padre trabajaba en el Ministerio de Aviación.”
La familia de Julie-Ann vivía en un aeropuerto pequeñito a unos doce kilómetros de Cooktown. No era extraño para ella jugar en la pista de aterrizaje, cuando no estuvieran aterrizando o despegando los aviones.
“Mi juventud fue muy sencilla. Por ejemplo, cuando era joven y vivía en Cooktown, yo montaba en mi bici en la pista del aeropuerto, no me ponía zapatos y vivía en total libertad. No habría imaginado que pudiera llegar a ser una embajadora para mi país en esa época.”
Sus vivencias en Cooktown tuvieron una gran influencia en ella. Como pueblo minero, Cooktown tenía en esa época una comunidad china importante, además de raíces culturales indígenas bien arraigadas.Julie-Ann también vivió en Cairns, una de las localidades más multiculturales en el norte de Queensland, que dio la bienvenida a diferentes olas de comunidades migrantes.
Musical group which included Ambassador's grandfather (back left-of-centre). Source: Supplied
Considera que el haber crecido en un ambiente multicultural e indígena la influenció profesionalmente.
El compartir con personas de distintas culturas le enseñó la habilidad de poder sentarse y escuchar los puntos de vista de los demás — una habilidad crítica y fundamental en el mundo de la diplomacia.
Las oportunidades generadas por las políticas del fallecido primer ministro laborista, Bob Hawke, la ayudaron a acceder a estudios superiores.
“Yo estudié una licencia (licenciatura) en Comercio en la Universidad de James Cook en Townsville, y estaba pensado en qué podía hacer después de la universidad. Había visto un anuncio para hacer los exámenes para ser un funcionario para el gobierno de Australia, y pensaba que podía ser una buena oportunidad. Yo tenía un interés en los asuntos exteriores. De hecho, fue la época de Bob Hawke y Paul Keating, cuando Australia se estaba abriendo al mundo,” recuerda.
“Ahora he trabajado en el ministerio por 23 años, estudié un masters en Asuntos Exteriores y he tenido destinos en otros países como India y Suiza. Y ahora soy obviamente la embajadora de Australia en España. Ha sido una experiencia fenomenal.”Cuando le pregunto qué es lo más interesante de su trabajo, me responde que sigue siendo el poder conectar con distintas personas de todas partes del mundo.
Ambassador Guivarra presenting her credentials to King Felipe VI of Spain. Source: Supplied
“Tengo la oportunidad de hablar con otras personas muchos países y a mí me encanta aprender más cómo otras culturas funcionan. Entonces, para mí, este es el perfecto trabajo”.
En la semana de NAIDOC, cuando celebramos los logros de los pueblos aborígenes australianos y los isleños del Estrecho de Torres, el reconocer la labor y el éxito de la primera embajadora indígena australiana por medio de una entrevista, para mí es más que una obligación periodística, es un privilegio para una migrante que ha sido acogida en tierras ancestrales.
Julie-Ann dice que le debe su éxito a su familia, quienes al apoyaron en su trayectoria, a pesar de no contar ellos mismos con las mismas oportunidades ni educación.
“[Mis abuelos] trabajaron mucho durante sus vidas para poder proveer una buena vida para sus hijos. Mi padre no tuvo una buena educación, pero me [enseñó] que era necesario. Me dio mucho apoyo durante mis estudios, y estoy muy agradecida, de hecho, a mi familia”.Cuando le pregunto sobre su recepción a España, un país monárquico con un pasado colonialista, dice que ha sido extraordinaria: “la gente española tiene un interés genuino sobre quiénes son los pueblos indígenas, dónde viven ahora, cuál es el estilo de vida…”
Inspirational talk by Ambassador Guivarra with the Airbus Women Network. Source: Supplied
La embajadora añade que su presencia como mujer indígena no sólo genera curiosidad, alienta a quienes la conocen a aprender más sobre la verdadera historia de la segregación en Australia — todavía opaca y desconocida en el extranjero.
“Recientemente la Embajada en colaboración con el Museo Nacional de Australia mostró una exposición aquí en Madrid.
“Tuvimos varios grupos de escuelas que visitaron la exposición y, durante su visita, me preguntaron sobre la coexistencia de la población indígena y blanca en Australia."“Les expliqué sobre la historia, por ejemplo de la Generación Robada, pero también de los avances en las relaciones con la disculpa del primer ministro (Kevin Rudd) en 2008. Pienso que es importante que hablemos sobre cosas malas y sobre cosas buenas y seamos honestos de lo que pasó en nuestra historia para que continuemos con confianza hacia el futuro,” dice.
Opening reception of Indigenous art exhibition Yiwarra Kuju: The Canning Stock Route. Source: Supplied
“Tengo una oportunidad de hablar no sólo sobre el pasado y las dificultades de nuestra historia, pero también de la resistencia de las poblaciones indígenas.”
Julie-Ann aspira a ser un modelo que inspire a las próximas generaciones indígenas a luchar para conseguir sus sueños, a pesar de los obstáculos. Más que un anhelo, siente que es una responsabilidad.
“Me gustaría que los niños y las niñas indígenas, cuando piensen en el futuro, piensen que no es inusual que un hombre o una mujer sea embajador o embajadora y que tengan un ejemplo.”
Cuando le pregunto qué le gustaría que la comunidad hispana en Australia supiera o aprendiera sobre las culturas indígenas australianas y NAIDOC Week, la embajadora responde que es importante reconocer que a pesar de que las historias de colonización de cualquier parte del mundo “son difíciles”, y que hay que reconocer el daño ocurrido, sobre todo hay que celebrar y reconocer la resilencia de los pueblos originarios.
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From Cairns to Madrid: The first female Indigenous ambassador takes her charm to Spain
“Pienso que es importante que la gente sepa, que la gente tenga un interés en las cosas de la población indígena en Australia. Porque es una parte de nuestra historia, pero no sólo de nuestra historia, sino de nuestro futuro también,” dice.
“Es algo único de Australia y algo distinto, en nuestra historia como país. (…) Estoy orgullosa de decir que ahora mucha gente se dan cuenta que nuestras culturas indígenas es algo de los cual estar orgullosos”.
La entrevista concluye con una invitación a los migrantes en Australia: “si tienen dinero, una visita a las islas del Estrecho de Torres podría ser una experiencia fenomenal. Una experiencia única e inolvidable”.