Zeke Bentley, un agente de migración y abogado en "The Migration Place" en Brisbane dijo que la principal diferencia entre ambas es el costo y el tiempo de espera.
"La diferencia principal está en cuánto dinero la persona está dispuesta a gastar. La opción lenta toma entre 18 a 30 años. La opción rápida implica costos de entre 45mil y 55mil dólares por cada padre y madre , que es muy caro”, dijo.
“Por esta razón algunas personas eligen la opción lenta ", explica Bentley.
Una visa no contributiva, que incluye las visas permanentes subclase 103 y subclase 804, es la categoría más accesible y cuesta alrededor de 6 mil dólares para el solicitante principal y dos mil dólares para el cónyuge dependiente.
Pero la mayoría de los solicitantes enfrentan un periodo de espera muy largo, hasta treinta años.
La otra opción importante, que es más rápida, pero más cara, incluye las visas contributivas, subclases 143, 173, 864 y 884.
Se conceden en dos años, pero cuestan casi 50 mil dólares.
Zeke Bentley señala que los solicitantes de visa para padres también deben pasar pruebas de carácter, salud y equilibrio familiar, que está vinculado con la distribución de los hijos.
“Tiene que demostrar que la mayoría de su familia vive en Australia. Si tiene un niño aquí y el otro en el extranjero, es elegible”, dijo.
Pero si los padres no satisfacen el requisito sobre la distribución familiar, igual pueden venir a Australia pero con una visa de visitante, que les permite quedarse por un año, pero luego tienen que regresar a su país por seis meses antes de volver a Australia.
En mayo pasado, el gobierno propuso una nueva visa temporal para padres, que podría durar hasta diez años. Pero esta opción tampoco es barata.
Te ofrecemos más detalles en nuestro podcast aquí.
Y si deseas más información sobre las visas para padres visita, www.border.gov.au