En Tamaulipas, el crimen organizado sigue secuestrando y enrolando migrantes, principalmente centroamericanos que pidieron asilo en Estados Unidos y que fueron devueltos a México. A partir del acuerdo migratorio en julio de 2019 entre Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, las autoridades estadounidenses envían a México a los solicitantes de asilo mientras esperan sus audiencias en cortes estadounidenses.
Según el periódico Reforma, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha documentado casos en los que personas que han sido devueltas bajo el Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) son obligadas a trabajar para bandas criminales.
Según con registros de MSF, 33 de las 44 personas a las que brindaron atención mental en octubre de 2019 fueron secuestradas. Números sin precedentes en seis años de labor de la organización en México. Escucha el reporte de Wilfredo Salamanca.