La investigación revela, por primera vez, el resultado de casi todas las agresiones sexuales denunciadas a la policía en Australia entre 2008 y 2017.
Las cifras, que incluyen datos nunca antes vistos sobre las denuncias rechazadas por la policía o retiradas por la víctima, representan el cuadro nacional más detallado del manejo de las denuncias de agresiones sexuales por parte de la policía.
Estas, ponen de manifiesto el aumento de las tasas de denuncias retiradas y de denuncias rechazadas, así como la caída en picado de las tasas de arrestos u otras acciones policiales en nuestras mayores jurisdicciones.
Menos de un tercio de los casos reportados terminan en el arresto del victimario.
También revelan grandes diferencias entre las áreas de gobierno local, ya que algunas regiones registran más de cinco veces más informes rechazados o retirados que las regiones vecinas.
En Nueva Gales del Sur, la investigación también ha puesto de manifiesto graves lagunas en los registros policiales.
Karen Willis, funcionaria ejecutiva de Rape and Domestic Violence Services Australia, dice que la policía de Nueva Gales del Sur debe cambiar sus procesos inmediatamente.
La policía dice que el aumento de las denuncias de agresiones sexuales -en particular de delitos históricos-, combinado con un cambio en los tipos de agresiones que se denuncian, puede explicar por qué un mayor porcentaje no pasa de la policía.
Sin embargo, Willis, Weatherburn y el ex director del Ministerio Público de Nueva Gales del Sur, Nicholas Cowdery, dicen que las cifras merecen un examen más detallado. Piden una investigación nacional e independiente sobre dónde, por qué y cómo se rechazan y retiran las denuncias de agresiones sexuales.
Sobre cómo se dan esta clase de casos, conversamos con la historiadora y trabajadora social, quien este fin de semana fue galardonada con la Orden de Australia por su servicio a la comunidad hispana en el estado de Victoria, Rafaela Lopez.