El brote de Melbourne ha vuelto a poner de manifiesto el fracaso en la protección del sector y ha afectado a los trabajadores de los centros de atención a la tercera edad que no habían sido vacunados, a pesar de las promesas federales de que serían vacunados antes de marzo.
Aparte de estos problemas, también se encuentra el del aislamiento, ya sea por la distancia a la que viven sus familiares, o porque no tienen ningún familiar en el país.
Las autoridades sanitarias en Victoria administraron 24.169 dosis de vacuna en las 24 horas al viernes, frente a las 23.921 del día anterior.
El premier en funciones James Merlino dijo que ha pedido apoyo federal para duplicar la distribución de vacunas y el gobierno ha indicado que ayudaría.
Sin embargo, el escepticismo por parte de un sector de la sociedad sigue generando preocupación en las autoridades. Especialmente debido a la desinformación y al poco entendimiento del problema.
Entrevistados: La coordinadora del programa de voluntarios de la organización United, Jackie Quintana, y el médico general Dr. Gabriel Galindo.
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