Sinopsis:
El litio, considerado el "oro blanco", es crucial en la actual transición energética global. Su importancia en la industria de autos eléctricos y dispositivos electrónicos lo convierte en un elemento codiciado para gobiernos y compañías.
Gran parte de los recursos de esta materia prima se encuentran en América Latina, en un triángulo formado por territorios de Argentina, Bolivia y Chile.
Según cifras publicadas por Benchmark Mineral Intelligence, en 2022 Chile representó un 34% de la producción mundial de litio, mientras que Argentina aportó un 5%. Destacan dos grandes operaciones chilenas privadas en el Salar de Atacama que tienen contratos hasta 2030 y 2043.
Recientemente, el presidente izquierdista Gabriel Boric dijo en cadena nacional que pretende nacionalizar la industria de litio, como parte de su política de desarrollo de la minería de litio, que lideraría la exploración y explotación de proyectos de litio.
Con datos consolidados por el Servicio Geológico de los Estados Unidos, Australia, Chile, China y Argentina son las cuatro potenciales mundiales del sector porque producen el 96% de litio.
La estatal Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), refiere que el incremento de los precios de 2022 impulsó que las exportaciones de litio nacional ascendieran a más de 8 mil millones de dólares, ocho veces más que en 2021.
Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el litio es un insumo hasta ahora insustituible para la producción de las baterías de iones de litio, una tecnología clave para la descarbonización del transporte y el almacenamiento de energía generada a partir de fuentes renovables.
Pero, en medio de la expectativa por la explotación del litio en Chile, investigadores como Ayon García buscan alertar sobre las consecuencias que podría tener la extracción del denominado nuevo oro blanco en las reservas de agua y glaciares, en el paraíso cordillerano de la región de Atacama.
A fines de mayo, la Cochilco admitió que Chile caerá de la segunda a la tercera posición global en la producción de litio porque Argentina lograría el liderazgo suramericano en 2035.
En este sentido, de los 49 proyectos de litio en cartera en Argentina, tres ya están produciendo y exportando.
El secretario de minería, Miguel Soler, dijo a periodistas que el 30 por ciento del litio del mundo está en Argentina.
Mientras en Bolivia, el gobierno viene anunciando convenios para la industrialización del litio, pero por el momento el país tiene una producción ínfima, a pesar de tener uno de los mayores potenciales a nivel mundial.
El presidente Luis Arce reveló que las reservas estimadas de litio en el país comprenden de 21 a 23 millones de toneladas.
Por sus grandes reservas de litio, América Latina "está en el centro" de la competencia entre China y las potencias occidentales por el control del llamado "oro blanco", pieza clave en la transición energética global, afirman expertos en el tema como el mexicano Alfredo Jalife, quien pronostica una guerra por el litio entre Estados Unidos y China.
Según estudios recientes, la producción mundial de litio tendrá que multiplicarse casi cuatro veces para 2030 si se desea cumplir con la demanda mundial proyectada de baterías ion-litio.