Decenas de manifestantes "han ingresado a nuestros predios y están incendiando los buses", denunció en Twitter el servicio municipal de La Paz. Según los medios, 15 vehículos estaban en llamas en el patio de mantenimiento.
El líder de un colectivo ciudadano (Conade), Waldo Albarracín, que alentó el pedido de renuncia del mandatario, denunció por su parte que "una turba de masistas" (miembros del MAS, el partido de Morales) habían quemado y destruido su casa.
Albarracín, que también es rector de la universidad estatal de La Paz, colgó en su cuenta Twitter un video de su residencia en llamas.
"No puedo hablar ahora, pero es cierto", respondió la presentadora de Televisión Universitaria, Casimira Lema, cuando el portal Urgente.bo le preguntó por teléfono si su casa había sido atacada e incendiada.
El domicilio del exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, también fue allanado por desconocidos que robaron toda su documentación, según dijo él mismo por teléfono a la televisión.
Decenas de personas sembraron también el terror entre los vecinos del barrio acomodado de Achumani, en el sur de La Paz. Allí se encuentra un diario crítico de Morales, que escribió en su portal: "ante la ola de terror que se ha desatado en la ciudad de La Paz, el periódico Página Siete suspende sus labores por seguridad".También en La Paz, la sede de la embajada de Venezuela en Bolivia fue tomada por "encapuchados", informó la jefa de la legación, Crisbeylee González, citada por la agencia estatal ABI.
Source: Diario Página 7
"Con dinamita, encapuchados con escudos han tomado la embajada de Venezuela en Bolivia", señaló.
En El Alto, donde se encuentra el aeropuerto que sirve a La Paz, un grupo de personas saqueó una planta avícola, creyendo que era propiedad del líder de las protestas contra Morales, el empresario y abogado Luis Fernando Camacho. Días antes, la empresa Sofía había desmentido que el dirigente de Santa Cruz tuviera acciones en la compañía.
Casi a la medianoche salieron a patrullar las calles de ambas ciudades soldados del Ejército. Los policías, que se amotinaron el viernes contra el presidente Morales, continuaban sin patrullar las calles sin explicación de sus mandos.
No hay orden de arresto
El expresidente Evo Morales, quien dimitió este domingo después de tres semanas de protestas contra su reelección y tras perder el apoyo de los militares, denunció la existencia de una orden de arresto contra él, una afirmación negada por el jefe de la Policía.
"Denuncio ante el mundo y pueblo boliviano que un oficial de la policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona", tuiteó Morales, que anunció también que "grupos violentos" habían asaltado su domicilio.
En declaraciones a la televisión privada, el general Yuri Vladimir Calderón, comandante nacional de la Policía, negó las declaraciones del ya expresidente. "Quiero hacer conocer a la población boliviana que no existe orden de aprehensión alguna contra funcionarios del Estado como Evo Morales y los ministros de su gabinete".
Sin embargo, el líder cívico derechista Luis Fernando Camacho, que encabezó el movimiento que logró la renuncia de Morales, había confirmado en un tuit la orden de arresto.
"Confirmado!! Orden de aprehensión para Evo Morales!! La policía y los militares están buscándolo en el Chapare", una provincia del céntrico departamento de Cochabamba, escribió Camacho en Twitter.
"Los militares le quitaron el avión presidencial y está escondido en el Chapare, van por él! ¡JUSTICIA!", añadió.
Morales, que gobernó Bolivia durante casi 14 años, había asegurado en un tuit que "los golpistas destruyen el Estado de Derecho".
Source: AP
Llegó en la tarde a bordo del avión presidencial al aeropuerto de Chimoré, que sirve al Chapare, acompañado del vicepresidente Álvaro García Linera, quien también renunció a su cargo y a la presidencia del Congreso.
La elección en primera vuelta de Morales en unos comicios con un polémico recuento de votos provocó protestas en las calles y pedidos de dimisión por parte de la oposición.