Hace unos días el gobierno federal australiano presentó en el parlamento un nuevo proyecto de ley sobre las relaciones laborales, que según dijo ayudará a “asegurar empleos y mejores salarios”.
Durante su discurso el ministro de la cartera del Empleo, Tony Burke, señaló que este proyecto de ley tiene como objetivo mejorar las condiciones de aquellos en industrias mal pagadas y dominadas en su mayoría por mujeres.
"La presentación de este proyecto de ley se trata de tomar una decisión. La opción de hacer que los salarios se muevan y poner fin a la era del estancamiento salarial deliberado. La opción de actuar para eliminar la brecha salarial de género y tomar la equidad en el centro de nuestras leyes laborales. Una opción para mejorar la seguridad en el lugar de trabajo y una opción para liquidar instituciones que se establecieron con una agenda política para promover conflicto", explicó el ministro Tony Burke durante la presentación de la propuesta de ley ante el parlamento.
Sin embargo, sus críticos han descrito a esta propuesta de ley como un cambio "sísmico" y varios grupos de empleadores están preocupados de que las nuevas reglas provoquen más huelgas y por consiguiente conduzcan a un mayor desempleo.
Uno de los puntos clave de este proyecto de ley habla sobre la flexibilidad en las horas de trabajo.
Con estas nuevas leyes, el gobierno dice querer otorgar más derechos a los empleados para poder negociar con sus empleadores la cantidad de horas que desean trabajar, así como tener horarios más flexibles, siempre y cuando esto sea razonablemente posible.
El foco está puesto en los trabajadores que tienen hijos en edad escolar, o que son cuidadores, así como también en las personas mayores de 55 años, para que puedan negociar horarios más flexibles.
Esto no quiere decir que la petición del empleado será aceptada automáticamente. La propuesta de ley abre la posibilidad de una negociación y evita que el empleador rechace dicha petición sin discutirla. Además, de ser rechazada, bajo este nueva propuesta de ley, el empleado tendría derecho a acudir a la Comisión de Trabajo Justo para someter su caso a un arbitraje formal.
Tras casi tres años de pandemia, periodo durante el cual millones de personas tuvieron que modificar sus rutinas laborales, se ha hecho evidente la necesidad de tener condiciones de trabajo más flexibles para poder balancear la vida personal con la laboral.
El Dr. Carlos Vázquez Hernández, académico asociado de la Escuela de Negocios de la Universidad de Sídney, y experto en Ciencias del Comportamiento e Innovación, señala que tras la pandemia se ha vuelto imperativo replantear las dinámicas de trabajo.
Me parece que el comportamiento del empleado se ha modificado fundamentalmente por el resultado de este choque externo llamado pandemia.Dr. Carlos Vázquez Hernández, académico asociado de la Escuela de Negocios de la Universidad de Sídney, y experto en Ciencias del Comportamiento e Innovación
"Ciertamente los individuos nos hemos adaptado a una nueva manera de trabajar. Si nos hubiesen preguntado en enero del 2020, si todo el mundo se iba a cambiar a trabajar en línea de la noche a la mañana hubiese sido un pensamiento de locos…. Me parece que este proyecto de ley refleja algunos de esos cambios”, asegura el académico.
Uno de los puntos más controversiales que propone esta ley es facilitar la negociación multipatronal. Que no es otra cosa que trabajadores de un determinado sector se puedan reunir y negociar un acuerdo que se aplicaría a varios empleadores.
La Cámara de Comercio e Industria Australiana expresó su preocupación por los cambios planteados, a los que describió como “sísmicos”, y señaló que estas nuevas leyes en las relaciones laborales “provocarán huelgas, crearán más complejidad y conducirán a un mayor desempleo, en medio de una perspectiva económica internacional cada vez más desafiante”.
“Si se promulga”, advierte la Cámara de Comercio e Industria Australiana, “esta legislación arrastraría a múltiples empleadores a negociar en contra de sus deseos. Las empresas se verán obligadas a adoptar términos y condiciones a la medida, que pueden ser inasequibles e inadecuados para las necesidades de los lugares de trabajo”.
Otro de los temas que aborda este proyecto de ley son las clausulas de confidencialidad sobre el salario.
Bajo este nuevo proyecto de ley los empleadores ya no podrán prohibir a los trabajadores hablar con sus colegas sobre el salario o las prestaciones que reciben. Lo que hasta ahora significa que para muchos empleados es imposible comparar el sueldo y las prestaciones que recibe esa persona y lo que reciben sus compañeros que realizan la misma tarea.
Otro de los objetivos del proyecto de ley “Trabajos seguros, mejores salarios” es reducir los contratos temporales. Contratos que usualmente se renuevan varias veces.
De acuerdo con el Gobierno, este tipo de contratos de seis meses, uno o dos años, que son renovados una y otra vez, provoca que empleado no tenga una seguridad laboral y lo coloca en una posición vulnerable.
El proyecto de ley plantea limitar el uso de contratos a plazo fijo. Los empleadores sólo podrán utilizar un contrato a término fijo para el mismo rol por un máximo de dos años o dos contratos consecutivos, lo que sea más corto.
El ministro Burke argumentó que “más de la mitad de todos los empleados que tienen contratos de duración determinada son mujeres…”
Sobre el tema de la igualdad de género en el campo laboral el Dr. Carlos Vázquez Hernández considera que “proyectos de leyes como éste sugieren que una equidad de género es mucho más deseable respecto a lo que actualmente tenemos. Ciertamente [el proyecto de ley] es controversial porque bueno, cada cambio sistémico que conlleva un cambio de comportamiento, genera un choque a la realidad del statu quo”.
El proyecto de ley “Trabajos seguros, mejores salarios” ya se discute tanto en esferas del Gobierno, como en las empresariales y las sindicales.
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