El Ejecutivo de Camberra parece haber encontrado un respiro en esa montaña rusa en la que se embarcó a raíz de la crisis de la doble ciudadanía de sus parlamentarios en una trayectoria que ha dado un giro con la caída en la popularidad del primer ministro, Malcolm Turnbull, que revelan las últimas encuestas.
La coalición gobernante y el partido laborista lograron un acuerdo para que los legisladores australianos aclaren públicamente su estatus de ciudadanía antes del 1 de diciembre próximo, para que se aclare si contravienen una sección 44 de la Constitución australiana que los obliga a renunciar a cualquier otra nacionalidad para ejercer un cargo en el legislativo federal.
Por el momento, el plan solo abrirá el proceso para los senadores, quienes ya reanudaron sus sesiones legislativas y pueden aprobar sus leyes, pero lo que concierne a la Cámara Baja tendrá que esperar hasta que se reanuden sus sesiones el próximo 27 de noviembre.
El acuerdo fue confirmado por el ministro de la Industria de la Defens ay responsable de los asuntos gubernamentales, Christophenr Pyne, quien consideró que la solución permitirá seguir adelante de forma sensata tras una semana de intensas negociaciones.
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