Al mal tiempo, buena cara. Este probablemente sea el refrán que mejor represente a Lisa Marlin, una australiana de Adelaide, que vio cómo el COVID-19 truncó sus planes de futuro. Su objetivo era recorrer varios países de latinoamérica junto a su pareja, pero después de tres días en Argentina, cerraron las fronteras por el COVID-19.
Desde entonces, Lisa no ha podido regresar a Australia, ni ver a su familia. Una situación totalmente inesperada que jamás se hubiera imaginado. Pero más de un año después, Lisa ha encontrado en Argentina su nuevo hogar. Su gente, el estilo de vida, más tranquilo que en Australia y especialmente la comida, han ayudado a que esta australiana tome una decisión: comprar una vivienda y ser una argentina más.
Lisa ha sorteado multitud de contratiempos desde que llegó al país, pero la calidez de su gente le está haciendo la vida más placentera. Llegó con una visa de turista, con permiso únicamente para tres meses. Así, ha ido renovando su situación y asegura que no le han puesto ningún problema.
Hablamos con la policía porque nos sabíamos si podíamos quedarnos con la visa de turista. Fueron super amables. Hemos ido renovando automáticamente nuestra situación hasta hoy.
Tras la compra de una camper, su siguiente objetivo es una propiedad. Lisa prefiere comprar un terreno y edificar su pequeña casita para estar en su propio ambiente. Añade además que su trabajo en línea le permite poder seguir conectada a su empresa de trabajo que le sigue reportando unos ingresos.
Marlin afirma que están buscando algo tranquilo, en el bosque, una casa alejada de la ciudad. Cuando se le pregunta qué es lo que le enamoró de Argentina, su respuesta es tajante: la cultura es relajada y la amabilidad de la gente es indiscutible. Tras haber viajado por multitud de países durante años por Europa y Latinoamérica, Lisa, en Argentina, se siente en comunidad.
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