Sinopsis: El viaje de 54 días a bordo del barco español Montserrat fue uno de los capítulos más dramáticos de la historia de la inmigración a Australia de mediados del siglo pasado ya que estuvo marcado por problemas de motor, peleas entre los pasajeros y la tripulación, e incluso acusaciones de motín por parte de los pasajeros en medio del Océano Índico. El español Fidel Aldániz Echevarría fue uno de los protagonistas de esta épica historia.
Puntos destacados:
Unos 7.800 españoles salieron de sus tierras hacia Australia entre 1958 y 1964 animados por un acuerdo bilateral que les ofrecía trabajo. Pero ni la llegada ni la travesía fue de lujo. Por el contrario, el mar bravo, las tormentas salvajes y hasta las peleas a bordo estuvieron a la orden del día.
Uno de esos viajes marítimos fue particularmente peligroso, el que hizo el barco Montserrat en 1959 con 800 centenares de pasajeros de España y Grecia, del cual Fidel Aldaniz Echevarría, un vasco nonagenario tuvo la suerte de salir vivo .
Además de ese motín, el vasco, quien ahora es viudo y vive en el sureste de Sídney, vivió otra aventura desde Freemantle, en Australia Occidental, hasta Queensland, su lugar de trabajo y a donde decidió viajar en tren.
El Museo Nacional Marítimo Australiano relata en su portal que el barco capitaneado por Raphael Jaume comenzó a tener problemas mecánicos en Yemen, aunque siguió su rumbo e hizo una parada en Colombo Sri lanka, según cuenta Fidel que dejó su trabajo de mecánico en Euskadi.
Y en altamar también los sorprendió un temporal que hizo temer a muchos por sus vidas.
Después de dos semanas en Colombo, el Montserrat partió a Australia, pero nuevamente en alta mar los problemas mecánicos no resueltos enardecieron a los griegos, quienes exigieron retornar a Colombo, en medio de un motín en el que silbaron las balas como mos cuenta Fildel.
Exhaustos y con un sin fin de aventuras a cuestas, Fidel llegó junto a los centenares de griegos y españoles a Freemantle el 29 de junio de 1959. Tras las investigaciones se multó al capitán y a la Compañía Trasatlántica Española los multaron por no tener un barco en buenas condiciones.
Pero la aventura de Fidel no terminó allí porque eligió, además, ir a tren a Queensland, en donde cortaría la caña en los cañaverales, un duro trabajo en el que los españoles sufrieron duras condiciones, sobre todo al principio.
Esa es la historia de Fidel Andaniz Echevarría, quien llegó a Australia con muchas ilusiones y vivió uno de los capítulos más dramáticos de la historia de la inmigración a este país, que te contamos en la sección AustraLatina, el legado de la comunidad de habla hispana, así como de sus héroes, pequeños y grandes, conocidos y anónimos de esta nación oceánica.