Las familias separadas por el mar de Tasmania aún pueden reunirse en Navidad, según los comentarios optimistas de la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, sobre la reanudación de los arreglos de viaje regulares con Australia.
La pandemia por el COVID-19 prácticamente paralizó los viajes a través del mar de Tasmania a principios de este año, y ambos países impusieron fuertes restricciones a los viajes entrantes y salientes, por lo que los transportistas abandonaron las rutas debido a la falta de rentabilidad.
Actualmente, Nueva Zelanda solo permite la entrada a ciudadanos “kiwis” (originales de Nueva Zelanda) y australianos que normalmente residen en ese país, con exenciones limitadas por razones humanitarias o económicas, al tiempo que exige una cuarentena de 14 días.
Puntos destacados:
- Actualmente, Nueva Zelanda solo permite la entrada a nacionales, y australianos que normalmente residen en ese país.
- El cambio en el enfoque del gobierno australiano "abre oportunidades" para viajar sin el aislamiento de quince días.
- De hacerse efectiva la apertura de esta ruta, sería más fácil para los australianos viajar a Nueva Zelanda, que a Melbourne.
Sin embargo, Ardern cree que un cambio en el enfoque del gobierno australiano "abre oportunidades" para viajar sin el aislamiento de quince días.
Los australianos han avanzado en sus planes anteriores.
"Anteriormente querían un enfoque de toda Australia y dijimos que eso ralentizaría las cosas.
"Ahora se están moviendo hacia un régimen de puntos críticos en el que ciertas partes (de Australia) no podrán ser parte de la libre circulación entre Australia y a través del mar de Tasmania", dijo la primera ministra.
Estamos trabajando en las diferencias que supondrían para Nueva Zelanda y los arreglos que necesitaríamos para asegurarnos de que, si nos abrimos a un estado, la frontera está contenida para garantizar su seguridad para los neozelandeses.
Dado el compromiso continuo de Nueva Zelanda con su tan promocionada estrategia de eliminación de COVID-19, eso puede significar que los habitantes de Queensland puedan viajar a Nueva Zelanda antes de que puedan visitar Melbourne.
"Tenemos una estrategia de tener un país libre de COVID. Ese es nuestro objetivo permanente y nuestra forma de operar", confirmó la primera ministra neozelandesa.
Queda por ver si el nuevo compromiso de Nueva Zelanda con Australia en la burbuja trans-Tasmania también permitirá viajar con los países del Pacífico.
El rebrote de coronavirus en el estado de VIctoria llevó al gobierno de Ardern a nuevos planes para abrirse a las Islas Cook, con miras a otras naciones insulares, pero la líder laborista ha hecho hincapié en un alto grado de precaución debido a la deficiencia en la atención médica en el Pacífico.