Todas las mujeres embarazadas en Australia tendrán acceso a las vacunas gratuitas contra la tos ferina a partir de julio próximo en el marco del programa nacional de inmunización.
La medida costará 39,5 millones de dólares.
“No hay obstáculos ni excusas para evitar protegerse a uno mismo, así como para proteger a su familia y al resto de la comunidad”, dijo el ministro australiano de Salud, Greg Hunt.
El titular de Salud remarcó que los recién nacidos no pueden ser vacunados hasta la edad de seis semanas, por lo que la mejor manera de proteger a un bebé contra esta enfermedad es vacunando a la madre durante su embarazo.
Hunt puso como ejemplo el caso de dos familias, los McCaffrey y los Hughes, cuyos bebés murieron en 2015 y 2009, respectivamente, por la tos ferina.
Ambas familias ahora hacen campaña a favor de la vacuna.
El Gobierno también tiene previsto realizar una campaña pública de educación a nivel nacional sobre la mencionada vacuna.
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