Entre fuertes sollozos, Catarina Alonzo explicó que cuando su esposo partió de Guatemala hacia Estados Unidos, esperaba que llevar a su hijo de ocho años facilitaría el ingreso al país. En cambio, el menor se enfermó y falleció.
Felipe Gómez Alonzo murió en los últimos minutos de la Nochebuena en un hospital de Nuevo México semanas después de partir con su padre, convirtiéndose en el segundo niño guatemalteco que ha muerto este mes bajo la custodia de Estados Unidos.
Las dos muertes han renovado las críticas contra la postura del gobierno del presidente Donald Trump respecto a la inmigración ilegal, así como a nuevos análisis de por qué algunos migrantes de América Central viajan con niños en el peligroso camino hacia el norte.
Guatemalan Felipe Gomez Alonzo, 8, became the second child to die after being taken into custody by US border patrol agents. Source: AAP
Hablando en su casa en una región montañosa del oeste de Guatemala, Catarina Alonzo dijo que los vecinos le habían dicho a la familia que llevar a un niño le daría a su esposo un boleto de entrada a Estados Unidos.
“Han ido varios con los menores y han podido cruzar aunque se quedan detenidos un mes, dos meses, pero siempre se logra cruzar fácil”, dijo a Reuters en una entrevista en la que Caterina Alonzo frecuentemente comenzaba a llorar.
Alonzo se comunicaba a través de un traductor ya que es de origen maya y su lengua natal es el Chuj por lo que habla poco español.
Su esposo Agustín permanece bajo la custodia de Estados Unidos.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) aún tiene que proveer la causa de la muerte del niño, lo que ha llevado a los legisladores demócratas a intensificar sus llamados a que inicien una investigación.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha dicho que Felipe Gómez Alonzo y Jakelin Caal de 7 años quien murió el 8 de diciembre, fueron los primeros menores que fallecieron bajo la custodia de la CBP en una década.
Esta semana el Gobierno estadounidense dijo que aumentaría los controles médicos a los niños migrantes para tratar de prevenir más muertes.
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