Australia debería eliminar las nuevas regulaciones que todavía permiten a los hogares de ancianos sobremedicar o refrenar a los ancianos, según demandó un grupo de organizaciones que trabajan en favor de los derechos de las personas de la tercera edad en Australia.
Este pedido se da de cara a una audiencia que celebrará el martes un Comité Parlamentario Conjunto sobre Derechos Humanos para abordar las preocupaciones que se dan en la sociedad civil ante esta nueva regulación que fue anunciada en 2014 y que el gobierno considera que debe ser utilizada como último recurso.
A esta vista acudirán, entre otras organizaciones, Human Rights Watch y la defensora de los derechos de los discapacitados y los ancianos Australia (ADA Australia).
La directora de Human Rights Watch dijo que el gobierno australiano está tratando de impulsar una regla que promueve una práctica abusiva que daña a las personas mayores en lugar de prohibirlas”, al considerar que la investigación parlamentaria es una oportunidad crucial para regular las nuevas normas que fueron anunciadas en abril pasado.
La regulación se refiere a la aplicación de métodos para la restricción física de los movimientos de los ancianos o de sobredosis de medicamentos en los centros de cuidados de ancianos.
En abril pasado, el entonces ministro de Cuidados de Ancianos y de los Australianos de la Tercera Edad, Ken Wyatt, aseguró que trabajó con las partes interesadas para informar del enfoque par
“Las técnicas de contención son un último recurso”, comentó entonces Wyatt, quien aclaró que su aplicación debe ser aprobada por un médico o una enfermera.
La Comisión Australiana de Seguridad y Calidad en el Cuidado de la Salud (Australian Commission on Safety and Quality in Health Care) recomienda el uso de medicamentos antipsicóticos como el último recurso porque solamente proporcionan un modesto beneficio que está asociado a las caídas, los derrames cerebrales y la confusión.
Piden que se prohíba métodos de contención física y química
Para las organizaciones de defensa de los ancianos, este tipo de métodos deberían ser prohibidos en línea con las obligaciones internacionales que tiene Australia con los derechos humanos.
El año pasado, la ABC divulgó un reportaje sobre el estado de los hogares de ancianos en donde una mujer con demencia era medicada con grandes dosis de antisicóticos sin el consentimiento de su familia. A principios de año denunció que el anciano Terry Reeves, quien padece de demencia, medicado con antisicóticos y atado a una silla por más de doce horas. El entonces ministro Wyatt prometió reglas más firmes para evitar que esto suceda.
HRW y ADA Australia consideraron que las intervenciones médicas deberían ocurrir con el consentimiento libre e informado y que los medicamentos que se apliquen sean solamente por razones terapéuticas.Asimismo considera que el gobierno, que ha puesto en marcha una Comisión Real para investigar el sistema de cuidados de ancianos, debería priorizar el apoyo positivo a las personas con demencia, incluyendo a las personas que se encuentran en los hogares de ancianos.
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Ambas organizaciones recordaron que en 2013, el Comité de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad criticó a Australia por permitir prácticas que permiten reducir a las personas con discapacidad, entre ellas a los ancianos con demencia, a través del uso de químicos, aparatos mecánicos, contención física y el aislamiento.
Estudio revela excesos
Un estudio divulgado a finales de julio confirmó que los centros para ancianos dan sobredosis de antipsicóticos a sus pacientes.
“Nuestra investigación muestra que las personas con demencia son tratadas con medicamentos antipsicóticos por lo menos dos veces más que el tiempo máximo recomendado para tratar síntomas de conducta y psicológicos de demencia”, indicó la autora principal del estudio, Kimberly Lind, del Instituto Australiano de Innovación Sanitaria de la Universidad de Macquarie.
En esta investigación que se publicó en la revista científica sobre el Alzheimer y los desórdenes asociados se analizaron los casos de más de 5,000 personas con demencia de más de 65 años en estos centros para ancianos entre los años 2014 y 2017.
Los récords de los medicamentos administrados fueron identificados como antipsicóticos. Se recomienda que éstos no sean utilizados en pacientes de más de 65 años con demencia por más de 12 semanas o más de 84 días.
Pero el estudio halló que un 65 por ciento de los casos analizados registró que se les aplicó medicamentos antispicóticos por 212 días en las mujeres y 216 en los hombres, es decir unas 30 semanas.Los autores del estudio alertaron que los médicos y los centros de cuidados de ancianos no siguen las restricciones y regulaciones del gobierno sobre el uso de los antipsicóticos.
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Las nuevas regulaciones a los hogares para el cuidado de los ancianos para monitorear el uso de métodos químicos y físicos de contención entraron en vigor a partir de julio de este año, que deben ser usados como último recurso.
En la Comisión Real sobre el Cuidado a la Tercera Edad, el experto Edward Strivens dijo que el tratamiento con antipsicóticos trae beneficio porque se registran mejoras en un 10 por ciento de las personas, aunque por otro lado, otro testimonio alertó de que el uso excesivo de estos medicamentos se da en un contexto complejo en el que existe cada vez menos personal medicamente entrenado en los hogares para ancianos.