Si se legaliza el consumo de drogas como la cocaína y las anfetaminas no se soluciona el problema del narcotráfico sino que se les da más poder y riqueza a las farmacéuticas, comentó a SBS Spanish Anabel Hernández, autora del libro “Los señores del narco” (2010) y quien participa esta semana en el Festival de Escritores de Sídney (SWF).
“Las estadísticas de la DEA y el gobierno de los Estados Unidos muestran que la mayoría de las muertos por sobredosis de drogas y adictos no son los consumidores de drogas que trafican los mexicanos, los colombianos o alguna organización criminal, son los que producen las farmacéuticas y que se venden en el mercado negro a través de recetas médicas falsas”, dijo Hernández.
Solo en 2016, el consumo de analgésicos opiáceos provocó la muerte de 64.000 personas el año pasado en Estados Unidos y supone la peor crisis de consumo de drogas de "la historia de la humanidad". La situación ha obligado al presidente Donald Trump a destinar fondos para la lucha contra la adicción a analgésicos con receta, como OxyContin o Vicodin, que lleva a muchos estadounidenses a pasar después a la heroína.
“¿Podemos soñar con que la cocaína o la metanfetamina o la heroína se puedan controlar alguna vez? El gran riesgo es que sí. Los cárteles tal vez desaparecerán, pero las farmacéuticas se volverán cada vez más poderosas, concentrarán más dinero y más poder y la gente estará cada vez más viciada y dependerá cada vez más de este tipo de enervantes”, señaló la experta en narcotráfico.
La demanda de drogas en Australia y el mundo responsable de las muertes en México
La ganadora en 2012 Premio Pluma de Oro de la Libertad, otorgado por la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, explicó que el mercado de consumidores de drogas, al igual que los cárteles de narcotraficantes y los gobiernos, como el de México, son responsables de la violencia y las muertes de millones de personas en el mundo en las últimas décadas.
En México, solamente en 2017 murieron asesinadas 31,174 personas, la mayoría por armas de fuego. Los cálculos oficiales indican que mueren asesinadas en ese país 85 personas diarias, una tasa que está por encima de países como Colombia y Nicaragua.
Para Hernández, los muertos no son responsabilidad del gobierno de México, o de los carteles o de la corrupción únicamente, éstos son consecuencia también de los compradores de droga de Australia y de todo el mundo.
“Cada gramo de cocaína, de metanfetamina o de heroína (que se consume) ayuda a matar a un mexicano como es el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa, (un hecho) que está coligado al tema del narcotráfico”, dijo la periodista al referirse a la desaparición de 43 estudiantes el 26 de septiembre de 2014 en el estado de Guerrero y quienes se han convertido en el símbolo de los miles de desaparecidos en ese país.
“Todo el mundo se lamenta...pero es consecuencia del mercado de la droga que quiere saciar estos servicios a costa de los mexicanos”, precisó la periodista que es responsable de una de las investigaciones más completas de los cárteles mexicanos muchos años antes de la detención, extradición y juicio en Estados Unidos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Netflix le da peligrosamente glamur a los capos de la droga
La periodista y escritora mexicana, que ha recibido amenazas de muerte por su trabajo de investigación, consideró que series como “Narcos” de Netflix no ayudan en la lucha contra el narcotráfico y por el contrario convierten a sus líderes criminales en especies de donjuanes, creando una realidad que no existe.
“Hace algunos años Netflix me buscaba para ser asesora para la serie 'Narcos', que de hecho tristemente fue un fenómeno”, relata Hernández al precisar que, cuando ella preguntaba para incluir hechos como la forma en que “la CIA ayudó al cártel de Guadalajara a conectarse con Pablo Escobar o el tráfico de aviones”, los responsables de la serie no los incluían.
A la periodista y escritora le repugna que los capos de las mafias de narcotraficantes como Amado Carrillo Fuentes o incluso “El Chapo” sean retratados como “grandes galanes” cuando en realidad son “seres grotescos” y que las historias de ficción que se cuentan “distorsionen las cosas” y “promuevan una cultura de violencia”.
Paulina Gaitán as Tata, Wagner Moura as Pablo. (Juan Pablo Gutierrez)
El discreto y poderoso nuevo rey de la droga
La también autora de "La verdadera noche de Iguala" indicó que actualmente en México lidera Ismael “El Mayo” Zambada en el mundo de la droga.
Zambada sucedió a Joaquín "El Chapo" Guzmán como líder del cártel de Sinaloa y se perfila como un personaje que será más poderoso que muchos otros grandes jefes de la droga de México, país a la que Hernández tacha de “narcoestado”.
“Estoy haciendo un nuevo libro sobre 'el rey de la droga' en el mundo. Ismael 'El Mayo' Zambada es quien finalmente se ha quedado con todo el imperio de Sinaloa. A pesar de que 'El Chapo' Guzmán está en prisión en Estados Unidos, este cártel parece que está en su época más boyante”, precisó la periodista al apoyarse el datos que se emanan de un informe de la DEA publicado a finales de 2018.
Zambada es un exagricultor mexicano nacido el 1 de enero de 1948. Él se ha sometido a varias cirugías para no ser reconocido por las autoridades y se dedica al negocio de la droga desde la década de 1970.
Para ser el nuevo líder de Sinaloa, Zambada se habría asociado con una parte de la familia de “El Chapo” y otros socios.
“Es el narco intocable de las últimas cuatro décadas del crimen organizado en México. Estamos hablando de un hombre que jamás ha ido a la cárcel y que siempre ha encontrado la forma de comprar, de meterse en el bolsillo, a todos los funcionarios del gobierno de México. (Estos funcionarios) lo han ayudado, que se sientan con él a comer, que lo visitan en sus casas”, recordó.
Hernández remarcó que el cártel de Sinaloa, el monstruo de “mil cabezas” innumerables negocios ilícitos en el mundo, está “más boyante que nunca”. Ahora, Sinaloa no tiene “el peso que llegó a significar para el cártel, (que fue) el tener que cargar con la fama y los reflectores que Joaquín Guzmán Loera había traído al cártel”.
Ya sin la atención mediática, Zambada mantiene un perfil bajo que ha ayudado a que el negocio de Sinaloa crezca en México, en donde cada funcionario está comprometido de una u otra forma con las mafias, y en el mundo.
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