Los conductores de los servicios de reparto de comida a domicilio protestaron el miércoles en Sídney demandando que las gigantes tecnológicas a cargo de estas empresas como Deliveroo, fedoora o UberEats les ofrezca mejores condiciones salariales y laborales.
La protesta, que fue organizada por el Sindicato de Trabajadores del Transporte, sigue a otra similar realizada a finales de enero en la ciudad de Melbourne.
Tres de cuatro trabajadores que se desempeñan como conductores de los vehículos utilizados para el reparto de la comida, principalmente ciclistas, reciben sueldos que están por debajo del mínimo, según una reciente encuesta, que además reveló que la mitad de ellos conoce o ha sufrido accidentes durante sus horas de trabajo.
Tony Sheldon, secretario de este sindicato (TWU, siglas en inglés), enfatizó la necesidad de implementar regulaciones en la industria del reparto de comida.
Dos ciclistas de foodora han presentado demandas por despidos injustos ante la Comisión de Empleo Justo. Uno argumenta que lo despidieron por irse de vacaciones en el extranjero y el otro por haberse quejado de su salario.
El estudiante canadiense Patrick Psotka fue atraído por este tipo de empleo debido a la flexibilidad que suponía trabajar para Deliveroo como conductor, pero las condiciones cambiaron, según relató a SBS News.
“Ahora tenemos que programarnos con una semana de antelación cuando queremos trabajar por lo que ya no tenemos flexibilidad para hacer nuestras entregas”, comentó Psotka, quien tiene 25 años de edad y ya ha sufrido dos accidentes con las puertas de los coches en los últimos 18 meses.
“Me derribaron de mi bicicleta cuando alguien abrió una puerta y ya saben que no nos pagan si no trabajamos. Así que me levanté y seguí haciendo mis entregas porque es mi trabajo. Cuando no trabajamos, no hacemos entregas y no nos pagan”, precisó el joven que solo trabaja durante las horas punta.
Las tres principales empresas de reparto de comida aseguraron que están comprometidos con la seguridad de sus conductores.
Una portavoz de foodora dijo que sus conductores están contratados y ellos pueden aceptar o denegar las órdenes si así lo desean.
“Los términos de sus contratos no les garantiza estar sujetos al pago de una hora”, aclaró la representante al insistir que ninguno de sus trabajadores ha sido sancionado por “si su ausencia es registrada o comunicada a través de los canales apropiados”.
Deliveroo dice que sus conductores ganan 10 dólares por entrega, además de las propinas que generalmente se realizan con 3 o 4 repartos en horas punta.
La empresa busca que se cambien las leyes para que se ajusten a su modelo de trabajo flexible basado en el “trabajo que se realiza, en lugar de la duración del trabajo”.
Por su lado UberEats indicó que lo que ganan “varía de acuerdo a cuándo o dónde se realiza la entrega”.
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