La alta comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, la chilena Michelle Bachelet, fue acusada de inoperancia durante su visita a China por asociaciones locales y nacionales que luchan para proteger los derechos de las minorías en el país asiático, y ahora piden su renuncia.
Puntos destacados:
- Organizaciones de derechos humanos piden la renuncia de Bachelet por considerar que la alta comisionada no condenó la represión, tortura y esterilización de minorías en China durante su reciente visita al país.
- Bachelet aclaró que su viaje sirvió para discutir temas de derechos humanos con altos funcionarios chinos y "preparar el camino" para continuar las conversaciones.
- Varias ONGs y países occidentales acusan a China de detener a más de un millón de uigures y otras minorías étnicas musulmanas turcas en campamentos de trabajos forzados.
- Fue la primera vez en 17 años que Pekín recibió a un alto funcionario de Derechos Humanos de la ONU.
A fines de mayo Bachelet concluyó una visita a la región noroccidental china de Xinjiang, donde recorrió, entre otros sitios, un centro de detención que está fuera de servicio.
Fue la primera vez en 17 años que Pekín recibió a un alto funcionario de Derechos Humanos de la ONU.
La alta comisionada brindó una conferencia de prensa virtual al término de su misión en China y allí afirmó que no llevó a cabo una “investigación”.
La visita fue una oportunidad para mantener un diálogo directo con los líderes de China, para escucharnos, plantear preocupaciones y allanar el camino para interacciones trascendentes de forma más regular en el futuro, explicó Bachelet.
El foco principal del viaje de Bachelet fua la región noroccidental de Xinjiang, una zona en la mira internacional por la represión y graves abusos reportados contra minorías musulmanas, como la comunidad uigur.
En la rueda de prensa virtual, Bachelet dijo que una visita de alto nivel no permite el trabajo detallado que se necesita para una investigación.
“La visita fue una oportunidad para mantener un diálogo directo con los líderes de China, para escucharnos, plantear preocupaciones y allanar el camino para interacciones trascendentes de forma más regular en el futuro”, declaró.
Pero miembros de ONGs locales y nacionales la acusan de "fracasar" al no declarar durante su visita que el gobierno chino debe asumir "sus responsabilidades" por las "violaciones sistemáticas de los derechos humanos", y como consecuencia demandan su renuncia.
El pedido fue difundido por el Congreso Mundial Uigur y firmado por varias decenas de organizaciones locales y nacionales que están luchando para proteger los derechos humanos de los pueblos uigure, tibetano y mongolo, que son minoría en China.
Esta visita fracasada no solo ha agravado la crisis de los derechos humanos para quienes viven bajo el yugo del gobierno chino, sino que compromete gravemente la credibilidad de la alta comisionada, concluyen los firmantes.
Michelle Bachelet también fue criticada por Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) e incluso Estados Unidos, que le reprochan no haber utilizado la oportunidad para denunciar la situación de los derechos humanos.
Pero HRW no firmó la petición y dijo que la organización no suele pedir renuncias.
"Compartimos la frustración y la preocupación de los firmantes" tras la de visita de Bachelet a China, señaló HRW a AFP.
"Es un indicio claro de que Bachelet faltó a sus deberes de alta comisionada, y que su actitud beneficia" a quienes cometen violaciones de los derechos humanos "y no a las víctimas", añadió HRW.
Luego de una reunión por video que Bachelet mantuvo con el presidente Xi Jinping, los medios de prensa estatales sugirieron que apoyaba la visión china sobre los derechos humanos.
Algunos países occidentales... hicieron todo lo posible para interrumpir y socavar la visita de la alta comisionada, pero el complot no tuvo éxito, afirmó el viceministro chino de Relaciones exteriores.
Pero su oficina aclaró posteriormente que sus comentarios no contenían un respaldo directo al historial chino sobre derechos humanos.
"Algunos países occidentales... hicieron todo lo posible para interrumpir y socavar la visita de la alta comisionada, pero el complot no tuvo éxito", afirmó el viceministro chino de Relaciones exteriores Ma Zhaoxu en una declaración en línea tras la conferencia de prensa de Bachelet.
"Renunciar es lo único que ella debería hacer por el Consejo de los derechos humanos", dijo Dilxat Raxit, portavoz del Grupo de defensa del Congreso mundial uigur.
La activista uigur Rayhan Asat residente en Estados Unidos dijo en Twitter que se trató de una "traición total".
El director ejecutivo de Human Rights, Kenneth Roth, restó importancia al argumento de Bachelet de que su visita fue valiosa porque pudo hablar con franqueza a los funcionarios chinos.
"Ese tipo de conversaciones tras bambalinas es justo lo que el gobierno chino quiere, sin informes públicos, sin presión para poner fin a su intensa represión contra los uigures y otros", señaló Roth por Twitter.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, afirmó en comunicado que "la visita de la alta comisionada se caracterizó por tomarse fotos con altos funcionarios del gobierno y la manipulación de las declaraciones por los medios estatales chinos, dando la impresión de que participó directamente en un ejercicio de propaganda altamente predecible" del gobierno chino.
Según las organizaciones de defensa de los derechos humanos y varios países occidentales, al menos un millón de uigures y miembros de otras minorías turcófonas, principalmente musulmanas, están o fueron encarcelados en campamentos en Xinjiang y están siendo sometidos a tortura, esterilización y trabajos forzados.
China niega las denuncias sobre campos de detención y los califica como centros de formación profesional destinados a alejar a los uigures del terrorismo y del separatismo.
La antigua presidente de Chile, Michelle Bachelet, cuyo mandato en la ONU terminará a fines del mes de agosto, fue elegida Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos en 2018, y no ha anunciado aun si se presentará para un segundo mandato.