Ocho de cada diez australianos desean la eliminación de las centrales eléctricas de carbón y temen que el cambio climático provoque más incendios forestales, según la nueva encuesta titulada,, realizada por el grupo de expertos progresista del Australia Institute.
La encuesta anual de 2.000 personas encontró que el 83 por ciento de los australianos quieren que desaparezcan las centrales eléctricas de carbón y el 82 por ciento está preocupado de que se produjeran más incendios forestales como resultado del cambio climático, comparado con el 76% en 2019.
Solo el 12 por ciento de los encuestados dijo que respaldaba el plan gubernamental para y el 59 por ciento dijo que el plan debería funcionar con energías renovables.
El director de clima y energía del Australia Institute, Richie Merzian, dijo que, a pesar del dominio de la pandemia durante 2020, las personas todavía están muy preocupadas por el cambio climático y los combustibles fósiles.
“Nuestra investigación muestra que lejos de frenar los pedidos a la acción contra el cambio climático, la crisis del COVID-19 ha fortalecido la determinación de los australianos de seguir demandando a todos los políticos del Gobierno que adopten medidas sobre el cambio climático”, dijo Merzian.
“El mensaje es claro: la mayoría de los australianos quieren la adopación de más energías renovables y menos combustibles fósiles. Significa eliminar gradualmente las centrales eléctricas de carbón, evitar la transición a gas y utilizar las energías renovables para impulsar el futuro de la población ".
El estudio también encontró que el 74 por ciento de los entrevistados sigue preocupado por el cambio climático, el mismo número de personas que expresaron dicha inquietud el año pasado, y el 80 por ciento cree que Australia ya está sufriendo los impactos del cambio climático.
Cuatro de cada cinco australianos (79%) opinan que el cambio climático ya está ocurriendo, las cifras más altas que ha registrado la encuesta desde 2012.
Merzian dijo que existe una fuerte correlación entre las personas que han tenido experiencias relacionadas con el impacto climático, como los incendios forestales, y la preocupación por el cambio climático.
“Los australianos experimentaron de primera mano las trágicas consecuencias de la inacción climática en los catastróficos incendios forestales del Verano Negro, y esa experiencia ha intensificado la preocupación por el cambio climático y el llamado a una acción decisiva para descarbonizar Australia”, dijo.
La encuesta también encontró que el 71 por ciento de los entrevistados quieren que Australia sea un país líder en la lucha internacional contra el cambio climático, un aumento del nueve por ciento con respecto al año pasado, y más de dos de cada tres (68 por ciento) desean que Australia establezca una meta para lograr cero emisiones netas en 2050.
El primer ministro Scott Morrison habló con su homólogo británico Boris Johnson el martes por la noche, y ambos
Un portavoz de Johnson dijo que el líder británico enfatizó la necesidad de establecer "objetivos ambiciosos" para llegar a cero emisiones netas y la posibilidad de impulsar el crecimiento económico y reducir las emisiones a la misma vez.
Mientras tanto, un portavoz de Morrison adoptó un tono ligeramente diferente en su resumen de la llamada telefónica, y no mencionó que hablaron de alcanzar cero emisiones netas.
El portavoz de Morrison dijo que el líder británico aplaudió el conjunto de medidas australianas para reducir las emisiones.
"Ambos países acordaron trabajar en estrecha colaboración para acelerar la investigación y la adopción de tecnologías de bajas emisiones", dijo.