Centenares de miles de manifestantes protestan desde hace varios días por la brutalidad mostrada por un grupo de policías implicados en la muerte de Floyd, quien murió después de que el policía Derek Chauvin lo mantuviera de bruces contra el suelo durante casi nueve minutos, arrodillado en su cuello.
“No puedo respirar” fueron algunas de sus últimos ruegos de Floyd bajo custodia y causó un eco doloroso en Australia en donde los indígenas de este país recordaron que esa misma frase la repitió 12 veces David Dungay Jr, un joven de 26 años que falleció cuando un grupo de guardias lo colocó boca abajo tras rehusarse a comer galletas en su celda de Sídney.
Después estos cinco guardias trasladaron a Dungay Jr a otra celda en donde fue inmovilizado, sedado hasta que dejó de existir.
La muerte de David Dungay Jr no es la única. Desde 1991 han fallecido 432 indígenas australiano bajo custodia, mientras que el maltrato y la alta representación de la población aborigen y de los isleños del Estrecho de Torres sigue siendo alarmante.
Puntos destacados
- “No puedo respirar” fueron también las últimas palabras pronunciadas por el joven aborigen David Dungay Jr antes de morir tras ser inmovilizado por un grupo de guardias australianos en 2015.
- En Australia se han producido 432 muertes de indígenas bajo custodia.
- La Comisión Real de Muertes de Indígenas Bajo Custodia de Australia dio en 1987 una serie de recomendaciones que aún no se han cumplido.
Los guardias habían intervenido porque una enfermera expresó su preocupación porque la ingesta de las galletas podría elevar los niveles de azúcar en este joven que dependía de la insulina por la diabetes que padecía.
David Dungay Jr , cuya muerte fue investigada el año pasado, estaba a tres semanas de ser puesto en libertad condicional cuando murió. Las investigaciones forenses determinaron que murió de arritmia cardíaca, que se sumó a la diabetes del tipo 1 que padecía, los medicamentos antipsicóticos que ingería, el estrés y la agitación.El se encontraba el hospital de la prisión porque padecía de problemas de salud mental.
Los guardias implicados fueron sometidos a procedimientos disciplinarios y su conducta fue vinculada a “deficiencias sistémicas en su capacitación”, aunque la familia Dungay aún explora la posibilidad de que se formulen cargos penales contra ellos.
El abogado de la familia Dungay espera que la muerte de George Floyd de una mayor conciencia de lo que le pasó al joven aborigen y que ayude a cerrar la brecha en la justicia para los primeros habitantes de Australia.
El sobrino de Dungay Jr, Paul Silva dijo que no pudo ver todo el vídeo sobre el brutal incidente en Estados Unidos.
Cuando lo escuché decir "no puedo respirar" por primera vez tuve que detenerlo ", dijo Silva. “Mis pensamientos realmente están con la familia y con todos en las calles de los Estados Unidos. Mi solidaridad es con ellos porque sé el dolor que sienten”, comentó Paul Silva.
Más de 400 muertes de indígenas bajo custodia en Australia
Dungay es una de al menos 432 muertes de aborígenes bajo custodia desde la comisión real en 1991, según muestra el último análisis de The Guardian Australia. El diario indica que se han registrado al menos cinco muertes desde que Guardian Australia actualizó su proyecto Deaths Inside en agosto de 2019, dos de los cuales han resultado en cargos de asesinato.
Una de los últimos incidentes fatales ocurrió en septiembre pasado cuando un oficial de policía mató a tiros a Joyce Clarke, de 29 años, afuera de su casa en Geraldton, Australia Occidental. Su familia había llamado a la Policía para pedir ayuda para trasladarla al hospital debido a que tenía “dificultades en el hogar” tras haber salido de la cárcel.
Pero durante un incidente un oficial descargó su arma de fuego y mató a la mujer. El responsable se declaró no culpable y está en libertad provisional a la espera de su juicio en agosto próximo, de acuerdo a la fuente.
La investigación de The Guardian en 2018 reveló una serie de deficiencias como por ejemplo que la proporción de indígenas muertos bajo custodia que padecían enfermedades mentales o problemas cognitivos aumentó de 40,7 por ciento a 42,8 por ciento desde 1991.
Los más "encarcelados" del mundo
La muerte de George Floyd ha captado la atención internacional a diferencia de la de Dungay Jr. Australia tiene una población de 24 millones de habitantes que viven en un enorme territorio, mientras que la población indígena representa el 3 por ciento de este total.
La población de Estados Unidos es de 328 millones, que incluye a 43 millones de afroamericanos (14 por ciento).
La criminalización de los “negros” en Australia es más pronunciada que en Estados Unidos, dado que en nuestro país los jóvenes indígenas representan un 50 por ciento de las personas detenidas. Además muchas de las muertes en detención ocurren en zonas remotas y en lugares con población muy reducida.
De acuerdo a datos oficiales, un 63 por ciento de los jóvenes indígenas en detención en junio de 2019 no había recibido condena.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, criticó el año pasado a Australia por enviar a correccionales a niños de hasta diez años, la mayoría de ellos de etnias indígenas.
"Me sentí conmocionada por saber que la edad de la responsabilidad (penal del menor) en Australia es de 10 años de edad. Unos 600 niños menores de 14 años son recluidos en centros correccionales cada año en este país, de los cuales un 70 por ciento son aborígenes e isleños del Estrecho de Torres", dijo Bachelet en un discurso en Sídney.
La tasa de encarcelamiento de adultos aumentó un 77% entre 2000 y 2015, mientras que la tasa de detención de los niños indígenas de 10 a 17 años fue 26 veces mayor que la de los jóvenes no indígenas en 2016.
En 2008, casi la mitad de los varones indígenas (48%) y el 21% de las mujeres de 15 años o más habían sido acusados formalmente por la policía durante su vida.
En un especial de QandA de la ABC por el 50 aniversario del referendum de 1967 en Australia, el fundador de Cape York Partnership, Noel Pearson, dijo que los indígenas son “el pueblo más encarcelado del planeta Tierra”, según recordaron dos académicas australianas en un artículo en The Conversation.
De acuerdo a la Verificación de Datos que realizaron esta información es cierta si se toma en cuenta el porcentaje de su población: 2,346 por cada 100,000 en Australia, frente a unos 2,207 afroamericanos por cada 100,000 que hay en Estados Unidos.
Los aborígenes australianos han sido víctimas de constante maltrato desde la colonización, además de desposeídos de sus tierras y discriminados sistemáticamente.
Durante décadas del siglo XX sus hijos les fueron arrebatados para ser cuidados por familias o instituciones de blancos, en lo que se denominó "la generación robada", que afectó a unos 100.000 menores aborígenes entre 1910 y 1970.