"¡Atención, atención! Es una nueva era en Brasil: niño viste de azul y niña viste de rosa", se ve proclamar muy sonriente a Alves, una pastora evangélica de 54 años, antes de dar saltos rodeada de seguidores con el mismo traje blanco que vestía durante su toma de posesión el miércoles en Brasilia.
Todo indica que este breve video grabado con un teléfono móvil, que se viralizó el jueves en las redes sociales, fue registrado antes o después del acto, pero no está confirmado.
Al inicio de la tarde, las declaraciones de la ministra eran el asunto más comentado en el Twitter brasileño, donde se multiplicaban las críticas y los "memes" irónicos, frente a los apoyos de algunos seguidores de Bolsonaro.
Alves ya había mostrado en reiteradas ocasiones su rechazo a la llamada "ideología de género", uno de los pilares de la cruzada conservadora que encabeza el excapitán del Ejército Bolsonaro.
Abogada, pastora de una iglesia evangélica y contraria al aborto, Alves declaró durante su discurso oficial que "el Estado es laico, pero esta ministra es terriblemente cristiana", siendo interrumpida por aplausos de los asistentes al acto.
"En este gobierno, la niña será princesa y el niño será príncipe. Nadie va a impedirnos que llamemos a las niñas princesas y a los niños príncipes. Vamos a acabar con el abuso del adoctrinamiento ideológico", lanzó en otro de los trechos de su extensa intervención.
Al frente de una de las carteras más delicadas del profundamente conservador gobierno de Bolsonaro -que asumió sus funciones el 1 de enero-, Alves es una de las dos únicas mujeres del nuevo gabinete de 22 ministros, donde siete de ellos son militares.
La nueva ministra afirma tener, sin embargo, una buena relación con los movimientos de personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGBT), enfrentados con el ultraderechista debido a su historial de exabruptos homófobos, misóginos y racistas.