El primer ministro australiano, Scott Morrison, ha insistido en que no aceptará que se pisotee la imagen de Australia por la cancelación de un acuerdo con Francia sobre un contrato de submarinos de 90,000 millones de dólares.
El presidente francés, Emmanuel Macron, acusó el fin de semana a Morrison de haberle mentido sobre la cancelación del contrato para la fabricación de submarinos, en favor de la tecnología de propulsión nuclear de Estados Unidos y el Reino Unido.
Macron declaró a los periodistas australianos, en una entrevista de pasillo en el marco de la cumbre del G20 en Roma, cuando se le preguntó si pensaba que el primer ministro de Australia le había mentido: "No lo pienso. Lo sé"
"Tengo mucho respeto y mucha amistad por su gente", dijo Macron.
"Solo digo que cuando se trata de respeto, tienes que ser sincero y tienes que comportarte en línea y de manera consistente con este valor".
Puntos destacados:
- Primer ministro australiano afirma que no permitirá que se dañe la reputación de Australia.
- Morrison niega haber mentido a Macron sobre la cancelación del contrato respecto a la fabricación de submarinos franceses.
- Macron afirma que él sabe que el primer ministro australiano le mintió sobre la cancelación del contrato para la construcción de submarinos franceses.
Morrison no estuvo de acuerdo con las declaraciones de que le mintió al presidente francés.
"No", dijo el primer ministro a los periodistas en Roma, cuando se le preguntó si la afirmación de Macron era cierta.
Hablando desde Glasgow, donde asiste a las conversaciones sobre el clima de la COP26, el lunes por la noche, Morrison dijo que “las declaraciones que se hicieron, cuestionando la integridad de Australia y los insultos que se le han hecho a Australia...” Agregando que no iba a permitir que se pisoteara la reputación de Australia.
"No lo voy a aceptar eso en nombre de otros australianos".
Morrison sostuvo que Australia estaba en el proceso de reparar su relación con Francia y dijo que han “hablado varias veces durante los últimos días. Estoy seguro de que hablaremos un poco más antes de regresar a Australia".
"Tenemos mucho que hacer y siempre estamos interesados y daríamos la bienvenida a la participación de nuestra asociación en curso con Francia", dijo el lunes.
Australia anunció en septiembre que cancelaba su contrato acordado en 2016 para adquirir submarinos convencionales Attack Class de la empresa francesa Naval Group.
En consecuencia, el gobierno analizaría la viabilidad de adquirir tecnología para buques de propulsión nuclear de los Estados Unidos y el Reino Unido bajo un nuevo pacto conocido como AUKUS.
El sorpresivo anuncio sobre este nuevo pacto, que se gestó en secreto, enfureció a Francia, que respondió retirando temporalmente a sus embajadores de Australia y Estados Unidos.
Una disputa"enormemente dañina" para la posición de Australia en el escenario mundial, Rudd
El ex primer ministro australiano Kevin Rudd señaló que la disputa fue "enormemente dañina" para la posición de Australia en el escenario mundial.
"Tenemos al presidente de los Estados Unidos, que hace sólo uno o dos días, indicaba claramente en sus conversaciones con el presidente francés que el primer ministro Morrison lo había engañado sobre si Francia había sido informada o no de la decisión de cancelar unilateralmente (el contrato)", señaló Rudd a la cadena ABC.
"Para reforzar la versión de Biden sobre estos hechos, tenemos al presidente Macron declarando en los términos más severos posibles que le mintieron.
"Esto es enormemente perjudicial para la reputación mundial de Australia".
Por su parte, el primer ministro interino de Australia Barnaby Joyce señaló que era mejor que todos dejaran de lado el problema de los submarinos.
"No robamos una isla. No desfiguramos la Torre Eiffel. Fue un contrato", declaró.
"Espero que el presidente Macron entienda que, en última instancia, Australia y Francia tienen mucho más en común y mucho más en el futuro que un contrato que ahora está en el pasado".
El líder de la oposición en Australia, Anthony Albanese, apuntó que Morrison se contradijo a sí mismo sobre lo que le dijeron a Macron y cuándo.
"Lo que se necesita cuando se trata de relaciones internacionales y de diplomacia es honestidad e integridad", dijo Albanese.
"El hecho es que el presidente Macron ha dicho muy clara e inequívocamente que Scott Morrison no se lo dijo, no puede haberlo dejado más claro".