Deja vú, por cuarta vez los más de 5 millones de habitantes de la ciudad de Melbourne, la segunda ciudad más poblada de Australia, pasa por un confinamiento. Quizá no de casi cuatro meses como sucedió entre julio y finales de octubre de 2020 por un fallo en los protocolos de seguridad en los centros de cuarentena de los viajeros internacionales.
En esta oportunidad será solo siete días, en principio, para intentar atajar un brote que se detectó esta semana y que ya se ha duplicado en 24 horas a más de una veintena de infecciones, que incluye el caso de una persona que se encuentra con pronóstico reservado.
La orden de permanecer en casa regirá por al menos siete días, dijo a los habitantes del estado el premier en ejercicio del estado de Victoria, James Merlino, al hacer frente a este brote, que si bien puede ser una cifra insignificante comparada con la de otros países como Colombia, España o Perú, supone un gran trauma para una ciudad que ha vivido meses encerrada.
Puntos destacados:
- Melbourne entra en su cuarto confinamiento desde el inicio de la pandemia, aunque esta vez será de siete días, a menos de que las autoridades de Victoria modifiquen la orden.
- Para el premier interino de Victoria parte de la responsabilidad por los brotes la tiene el gobierno federal porque el despliegue de la vacunación es "más lento de lo que esperábamos" .
- El consultor político Jim Middleton afirma que el último brote de COVID-19 en Victoria demuestra que " los hoteles de cuarentena no funcionan", teniendo en cuenta que se tratan de los últimos puntos de entrada de este virus a Australia, que mantiene sus fronteras internacionales cerradas desde marzo de 2020 y se niega a abrirlas por temor a contagios masivos.
"En el último día hemos visto más evidencia de que enfrentamos una variante altamente infecciosa del virus, una variante preocupante que avanza más rápido de lo que hemos detectado", dijo Merlino sobre la variante india del coronavirus.
Esta es la cuarta vez que Melbourne,que llegó a pasar cuatro meses bajo duras medidas de restricción el año pasado. entra en confinamiento desde el inicio de la pandemia.
Australia, con 25 millones de habitantes, ha registrado unos 30.000 casos de covid-19 y menos 1.000 muertes, en su mayoría en el estado de Victoria, y desde hace meses vive una vida casi normal, que solo se rompe cuando se detecta un brote en algunas ciudades y se contiene en pocas semanas.
Pero la reciente situación de Melbourne, en donde vive una gran parte de la comunidad hispanoparlante, tiene un mal precedente. Las heridas de los errores de los hoteles de cuarentena, que provocaron centenares de muerte, aún escuecen en una población que ha vivido en carne propia una crisis que parece disociada del resto del país, especialmente a puertas del invierno austral.
Entre las hipótesis del ¿por qué Melbourne? Se barajan diversas hipótesis como la lentitud en la administración de las vacunas, la falta de dinero en el presupuesto federal para ampliar los programas de cuarentena, los fallos en los hoteles que alojan a los viajeros internacionales y en donde el virus se transmite por el aerosol.
Otras miradas apuntan también al inicio del invierno austral, los fallos en el rastro de contacto en Victoria y el fin de las ayudas del gobierno que previene que las personas con trabajos precarios o situación vulnerable se haga las pruebas o deje de trabajar, así como la complacencia.
“Fracaso de la cuarentena del hotel, dos veces. Rastreo de contactos fallido, nombrando el sitio equivocado. Entenderá por supuesto, Sr. Primer Ministro, por qué hemos perdido la confianza en su gobierno para manejar COVID-19. Y que tendremos una larga memoria cuando llegue el momento de las elecciones”, decía un lector del diario The Age Andrew Laird esta semana.
Pero el experto en políticas públicas Diego Silva, experto de la Universidad de Sídney, dijo a SBS Spanish que al comienzo de la pandemia los diarios apuntaban al rastreo de contactos y a los centros de cuarentenas en Victoria, pero en esta oportunidad "eso ya no parece ser el caso y probablemente fue mala suerte y pudo haber sido cualquier otro estado".
En Victoria, "está combatiendo una cepa particularmente virulenta", puntualizó el experto de origen uruguayo.
Las vacunas y las ayudas sociales
Para el premier interino de Victoria parte de la responsabilidad por los brotes la tiene el gobierno federal porque el despliegue de la vacunación es "más lento de lo que esperábamos" .
Se han administrado más de 3,9 millones de dosis de la vacuna COVID en Australia -incluidas 111.000 el miércoles-, pero sólo el 2% de la población ha recibido las dos dosis necesarias.
El gobierno federal reveló el miércoles que, si bien el 85% de los residentes en centros de atención a la tercera edad había recibido al menos una dosis, sólo en Victoria había 29 hogares en los que no se había administrado ninguna.
Merlino insinuó que las normas de bloqueo podrían haber sido diferentes si más personas estuvieran protegidas."Solo hay un camino para derrotar a esta pandemia, y es el despliegue exitoso del programa de vacunas de la Commonwealth y una alternativa a la cuarentena en el hotel", dijo James Merlino al anunciar el jueves el cierre "disruptivo".
Por otro lado, los sindicatos ya están pidiendo al gobierno de Scott Morrison que restablezca los subsidios salariales de JobKeeper para las empresas afectadas por el cierre de siete días de Victoria, que comienza en la medianoche del jueves.
El Partido Verde, por su lado, calificó la situación como “el confinamiento de Morrison".
Las cuarentenas
El consultor político Jim Middleton afirma que el último brote de COVID-19 en Victoria demuestra que " los hoteles de cuarentena no funcionan", teniendo en cuenta que se tratan de los últimos puntos de entrada de este virus a Australia, que mantiene sus fronteras internacionales cerradas desde marzo de 2020 y se niega a abrirlas por temor a contagios masivos.
Según el portal news.com.au, Middleton afirmó que los gobiernos deben emplear alternativas más sensatas al actual sistema de cuarentena si quieren restablecer la confianza del público en la vuelta a la normalidad.
Middleton afirma que el Gobierno Federal ha incumplido su promesa de proporcionar actualizaciones "oportunas, transparentes y frecuentes" en relación con las vacunas, e insiste en que la falta de información está socavando la confianza del público.
Problemas en el rastreo
En Victoria, los locales, incluidos los de hostelería, instalaciones deportivas, gimnasios, lugares religiosos, locales comunitarios, lugares de ocio, inspecciones inmobiliarias, museos, clubes nocturnos, juegos de azar, alojamientos y servicios de belleza, están obligados a utilizar un sistema de códigos QR. En los supermercados, comercios y centros comerciales son "muy recomendables" para utilizar el servicio.
El ministro de Salud de Victoria, Martin Foley, dijo que se habían producido "niveles decrecientes de cumplimiento del tipo de medidas que necesitamos para mantenernos seguros y abiertos".
El uso de códigos QR para el rastreo de contactos en Victoria está en el punto de mira después de que las autoridades de Nueva Gales del Sur elogiaran a una pareja en el centro del brote por utilizar el sistema del estado, según informó este mes la cadena local ABC.
Nancy Baxter, directora de la Escuela de Población y Salud Global de la Universidad de Melbourne, dijo que los códigos QR eran "realmente útiles" si todo el mundo los utilizaba. Los datos recogidos a través de los códigos QR pueden funcionar más rápido que el "trabajo de detección profunda" de los rastreadores de contactos, lo que significa que las personas potencialmente infectadas se aíslan antes, según la ABC.
Todo depende del cristal por donde se mire
Aunque la situación de Melbourne y el resto de Victoria es crítica para Australia, en el mundo, en donde la pandemia de nuevo coronavirus ha provocado al menos 3.487.457 muertos en el mundo desde que la oficina de la OMS en China dio cuenta de la aparición de la enfermedad en diciembre de 2019,
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó el miércoles sobre una "preocupante" meseta de casos y muertes de covid-19 en las últimas semanas en las Américas, y lamentó que muchas personas y lugares hayan dejado de cumplir las medidas preventivas.
"La semana pasada hubo más de 1,2 millones de nuevos casos de covid-19 y 31.000 muertes reportadas en las Américas", dijo en rueda de prensa la directora de la OPS, Carissa Etienne.
Ejemplo de ello es que con 22,2 muertes cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, Uruguay lidera el ránking mundial de fallecimientos por covid-19, seguido por Paraguay y Argentina, de acuerdo a un conteo de AFP basado en cifras oficiales.
La profesora Vicki Kotsirilos AM, declaró a Neos Kosmos, que "Australia es uno de los países más afortunados del mundo, en gran medida gracias a la rápida actuación del Gobierno y de las autoridades sanitarias, que han puesto en marcha una estricta cuarentena y han aconsejado a la población sobre el uso de mascarillas, la higiene de las manos y el distanciamiento social, así como los cierres cuando ha sido necesario.”
“Hay que felicitarles por haber contribuido a mantener bajas las cifras de casos de COVID-19 en comparación con otros países del primer mundo, como el Reino Unido, Europa y Estados Unidos. En consecuencia, no sólo estamos experimentando un bajo número de casos de infección en Australia, sino también un número significativamente menor de muertes en comparación con los países de ultramar", dijo la experta.