Sin embargo, las mentiras pueden ayudarnos a comprender el desarrollo social y cognitivo de los niños.
El equipo de investigación del de la Brock University está estudiando la capacidad de mentir, que puede considerarse, en diversos contextos, como una señal del desarrollo cognitivo de los niños y de su exploración de nuestro mundo social.
El desarrollo de la capacidad de mentir
Los psicólogos del desarrollo llevan décadas estudiando la capacidad de mentir, y han descubierto que se manifiesta . Sin embargo, es a partir de los 4 años, aproximadamente, cuando la , y este alto índice de mentiras se mantiene a lo largo de toda la infancia.
Pero las mentiras no se detienen ahí. Evelyne Debey, profesora de la Universidad de Gante (Bélgica), y sus colegas . Hicieron un descubrimiento interesante: aunque todos los grupos de edad afirmaron que mentían, la conducta mentirosa dibujaba una curva en forma de U invertida. Las mentiras aumentaban durante la infancia, llegaban a su nivel más alto en la adolescencia y disminuían (pero sin llegar a desaparecer) durante la edad adulta.
Ahora bien, ¿cómo se desarrolla esta capacidad? ¿Qué sucede durante la edad preescolar que ayuda a los niños a decir sus primeras mentiras?
Componente cognitivo
Mentir puede parecer un acto sencillo; sin embargo, una mentira eficaz exige una buena dosis de habilidad cognitiva. Para decir una mentira, un niño debe ser consciente de que otras personas pueden tener creencias y conocimientos diferentes de los que él tiene y de que esas creencias pueden ser falsas.
El aumento de las mentiras hacia los 4 años de edad tiene lugar . Se ha observado que esta capacidad . Para decir una mentira, un niño debe ser consciente de que otras personas pueden tener creencias y conocimientos diferentes de los que él tiene y de que esas creencias pueden ser falsas. (Shutterstock)
Además de comprender que pueden crear una falsa creencia al decir una mentira, los niños tienen que emplear luego sus habilidades de inhibición para evitar que se les escape la verdad, y usar su memoria para guardar un rastro de la verdad y las mentiras que han contado.
Por ejemplo, Angela Evans, directora de nuestro laboratorio, y Kang Lee, profesor en la Universidad de Toronto, estudiaron las mentiras y el desarrollo cognitivo de los niños y descubrieron que . También demostraron que estas .
Motivación determinada por factores sociales
Aunque las mentiras de los niños pueden obedecer, en parte, a sus habilidades cognitivas avanzadas, nuestro estudio sugiere que, con frecuencia, mentir también puede estar motivado por factores sociales.
En uno de nuestros estudios, descubrimos que los niños de entre . En general, los niños que tenían un hermano pequeño mentían más sobre sus trampas que los niños que eran el hermano pequeño.
El hecho de tener hermanos favorece una forma de jugar que puede alentar y normalizar la propensión a hacer trampas. Ser hermano mayor propicia la oportunidad de manipular a los hermanos pequeños, menos avanzados cognitivamente.
Puesto que decir mentiras es un aspecto común y normativo de la incipiente vida social de los niños, el hecho de tener hermanos y hermanas puede, simple y llanamente, proporcionar a los niños un entorno adicional que les permite explorar su capacidad de desarrollo para mentir. Pero no hay que olvidar que los hermanos también pueden favorecer y .
Beneficios de decir la verdad
Cuando los niños empiezan a mentir, a los padres les corresponde la labor de socializar a sus hijos enseñándoles las normas y las expectativas sociales relacionadas con la honestidad. Muchos padres y madres quieren saber si existen estrategias para alentar a su hijo a decir la verdad. Los investigadores psicosociales han estudiado específicamente esta cuestión y han descubierto varias técnicas.
Una técnica que han probado algunos padres es leer a sus hijos cuentos con moraleja, como Pedro y el lobo, que recalquen la importancia de la honestidad.
Pero los investigadores han constatado que leer este tipo de cuentos morales, que hacen hincapié en las consecuencias de mentir, en realidad no tiene ningún efecto en la honestidad; en cambio, . Se ha descubierto que las historias que ensalzan las bondades de decir la verdad logran potenciar de manera efectiva la honestidad del niño. (Shutterstock)
Otra técnica sencilla es . Se ha descubierto que esta técnica resulta más eficaz hasta la .
Pero ¿existe alguna técnica para los niños pequeños? llevado a cabo en nuestro laboratorio recientemente descubrió que pedir a los niños de entre 3 y 4 años que se miraran en un espejo –para tomar conciencia de sí mismos– mientras se les preguntaba por una posible trastada aumentaba considerablemente el porcentaje de respuestas sinceras.
La mentira después de la infancia
Aunque se empieza a mentir a una edad temprana, se sabe poco sobre los patrones de mentira de quienes viven en el extremo opuesto del ciclo de vida: las personas mayores.
Teniendo en cuenta el rápido crecimiento de la , se trata de un área de investigación oportuna y necesaria. En los próximos cinco años, .
Mediremos la frecuencia y los tipos de mentira que se dicen en la edad adulta y observaremos si estas mentiras pueden cambiar con la edad. También evaluaremos el modo en que mentir puede estar relacionado con factores cognitivos y sociales en la edad adulta avanzada. Por ejemplo, si las personas mayores suelen mentir sobre los problemas de salud, el equipo de investigación puede ensayar formas de promover una comunicación honesta sobre las necesidades de salud de la persona.
Búsquenos más adelante para saber lo que los psicólogos del desarrollo han descubierto sobre la trayectoria que sigue la mentira a lo largo de la vida.
, PhD Student, Psychology, y , Associate professor, Psychology,