Aunque la Cámara Baja no reanuda sus sesiones hasta la próxima semana, el debate en torno a la necesidad de implementar una serie de medidas que protejan a las personas que se opongan por motivos religiosos a las bodas homosexuales comienzan a mostrar sus grietas entre los conservadores del Gobierno australiano.
Tras la presentación de un proyecto de ley impulsado por el liberal Dean Smith en el Senado el jueves pasado, un día después de conocerse los resultados de la encuesta postal sobre los matrimonios homosexuales, los conservadores exigieron que se modifique el borrador.
Los conservadores quieren que se permita que los oficiantes de bodas religiosas y civiles puedan oponerse abiertamente a participar en los matrimonios homosexuales y que los padres puedan retirar a sus hijos de ciertos cursos por motivos religiosos.
Políticos conservadores como los ministros, el de Finanzas, Mathias Cormann; y el de Inmigración, Peter Dutton; consideran que las protecciones a las libertades religiosas puede abordarse el próximo año para que, de este modo, se modifique la Ley de Matrimonios vigente y permitir las bogas gais antes de fin de año.
Sin embargo, el jefe de la oficina del Tesoro, Scott Morrison;, y el ministro de Recursos, Matt Canavan; buscan que estas medidas sean incluidas en el proyecto de ley de Smith, que ya incluye las protecciones para los oficiantes de boda religiosas.
Incluso el senador Canavan quiere que se inserte párrafos de las convenciones internacionales referidas a la libertad de pensamiento, consciencia, religión y creencias en el proyecto de ley.
El activista a favor de la diversidad sexual, Rodney Croome, alertó que las propuestas podrían contravenir las leyes federales y estatales contra la discriminación, mientras el legislador liberal Tim Wilson, que apoyó el Sí, advirtió del peligro de que se viole la Constitución, incluso con las enmiendas que se refieren a la educación escolar.
El legislador de la Oposición, Andrew Leigh, indicó que el Partido Laborista está dispuesto a debatir las propuestas para proteger las libertades religiosas, aunque no al mismo tiempo que se aborde las bodas homosexuales.