Este artículo contiene referencias a la violencia doméstica.
Los asesinatos por violencia doméstica de dos adolescentes de Sídney se pudieron prevenir, afirmó una forense que encontró una letanía de errores cometidos por múltiples autoridades.
Jack Edwards, de 15 años, y su hermana Jennifer, de 13 años, fueron asesinados a tiros el 5 de julio de 2018, después de que su padre, John Edwards, persiguiera a su hija en su camino a casa desde la escuela.
Puntos destacados:
- La jueza de la investigación forense afirmó que las muertes de Jack y Jennifer Edwards se pudieron haber prevenido.
- La investigación examinó cómo a John Edwards se le otorgaron permisos y licencias para obtener armas a pesar de su historial de violencia doméstica.
- Se destacó que el sufrimiento de muchas personas por la muerte de los niños seguida por el suicidio de su madre es incuestionable.
La magistrada responsable de investigar el origen de las muertes en Nueva Gales del Sur, Teresa O'Sullivan, reveló el miércoles que la policía no realizó investigaciones "razonables" después de que la madre de los niños, Olga, denunciara episodios de abuso y acoso por parte de Edwards en 2016 y 2017.
La jueza determinó que el personal responsable de registrar armas carecía de entrenamiento formal y fracasó en reconocer el extendido patrón de violencia doméstica de Edwards cuando le otorgó varios permisos y licencias para disparar y comprar pistolas y rifles.
La forense no estaba de acuerdo con que Edwards comenzó a obtener licencias para comprar armas con la intención de asesinar a sus hijos, pero dijo que la intención la desarrolló en abril de 2018, cuando adquirió su segunda pistola.
La forense señaló que el sufrimiento insoportable de muchas personas por la muerte de los niños y el suicidio de su madre en diciembre de 2018 es "incuestionable".
"Sin embargo, si describimos el hecho como una tragedia creamos la impresión de inevitabilidad, de que no se pudo hacer nada para cambiar el resultado", dijo.
"Las pruebas ante este tribunal revelan, claramente, que las muertes de Jack y Jennifer se pudieron haber prevenido", dijo la investigadora forense.
Los hallazgos de la investigación sobre las tres muertes se entregaron el miércoles, y se encontró que la policía, el Registro de Armas de Fuegos de NSW y el sistema de derecho de familia no detectaron las señales de peligro.
Edwards tenía un largo historial de violencia doméstica, pero se le permitió comprar cinco armas.
La policía admitió que no se registró y tal vez ni se leyó las notas vínculadas con el historial de Edwards, lo que le permitió comprar legalmente las armas de fuego, incluida la pistola Glock que mataría a su hijo y a su hija.
Las pruebas ante este tribunal revelan, claramente, que las muertes de Jack y Jennifer se pudieron haber prevenido, dijo la investigadora forense.
La investigación forense ha presentado veinticuatro recomendaciones, entre ellas, mejorar la capacitación de la policía en el área de casos de violencia doméstica y de las personas responsables de tomar decisiones en el Registro de Armas de Fuego.
También se recomienda iniciar una investigación contra el abogado que representó a los niños en el sistema jurídico en materia de familia.
La policía de Nueva Gales del Sur dijo en un comunicado que "revisará los hallazgos y considerará todas las recomendaciones dirigidas a la policía".
Entre sus 24 recomendaciones, la forense O'Sullivan también pidió que se elimine el proceso que permite a las personas disparar armas de inmediato luego de adquirirlas.
Si usted o alguien que conoce se ve afectado por una agresión sexual, violencia familiar o doméstica, llame a1800RESPECT al 1800 737 732 o visite . En caso de emergencia, llame al 000.
Los lectores que busquen apoyo pueden comunicarse con Lifeline Crisis Support al 13 11 14, Suicide Call Back Service al 1300 659 467 y Kids Helpline al 1800 55 1800 (para jóvenes de 5 a 25 años).
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