La exagente del régimen de Augusto Pinochet, la chilena Adriana Rivas, seguirá en el correccional para mujeres de Delwynia, cerca de las Blue Mountains (Montañas Azules), tras realizarse una audiencia en la Corte Local Central de Sídney para abordar un pedido de libertad provisional bajo fianza, que se aplazó.
La magistrada Margaret Quinn fijó nuevas audiencias para el 24 y el 27 de mayo para resolver el pedido de libertad bajo fianza de Rivas, quien compareció en la audiencia por vídeo conferencia desde una habitación cerrada del correccional de Delwynia. En la audiencia, su abogado Frank Santisi argumentó diversos problemas de salud que presentaba su cliente, entre ellos depresión, osteoporosis y renales, aunque sin presentar evidencias suficientes de ello.
En el proceso, la magistrada Quinn recalcó que la audiencia se centraba solamente en la existencia de circunstancias especiales y si la acusada suponía un “peligro de fuga”. La jueza también le preguntó si Rivas estaba o no internada en un hospital penitenciario y si existen “circunstancias especiales” respecto a su condición de salud que no puedan ser tratados en detención”. Asimismo abrió la posibilidad para que Rivas cuente con un traductor en español.
Durante la audiencia “el equipo legal de la señora Rivas oficialmente retiró la libertad bajo fianza y pidió un aplazamiento de la audiencia para presentar pruebas médicas”, explicó a SBS Spanish la abogada de los familiares de las víctimas en Australia, Adriana Navarro.
“La señora Rivas permanecerá en prisión preventiva hasta esa audiencia y hasta el momento en que se determine si ella va a seguir en un correccional pendiente de la audiencia final de la extradición”, precisó la letrada.
El proceso de extradición de Rivas se puede extender por mucho tiempo dado que hasta la fecha “no se ha visto el tema de la extradición como tal, solamente si existe circunstancias excepcionales para que se le dé o no la libertad provisional bajo fianza de acuerdo a la ley de extradición”, indicó Navarro al remarcar que los familiares de las víctimas ya han esperado 40 años.
“Ellos tienen paciencia y la certeza de lo que eso es lo que persiguen (justicia) y que se determine (si responsabilidad o no) eventualmente en Chile de los cargos que se le atribuyen”, recalcó.
Madre y esposo de Reinalda del Carmen Pereira Plaza, detenida desaparecida Source: archivo familiar
Por su lado, la representante de la Campaña Nacional para la Verdad y la Justicia en Chile, Pilar Aguilera, quien se encontraba en la audiencia y quedó impresionada de ver a Rivas por vídeo conferencia, manifestó a SBS Spanish que los activistas y los familiares de los otros desaparecidos en su país esperan justicia.
“Tenemos paciencia de seguir esperando de que en algún momento se pueda hacer justicia. Sabemos que estos casos de extradición toman mucho tiempo y estamos dispuestos a esperar y venir hasta aquí porque esperamos que se cumpla la extradición a Chile”, recalcó Aguilera.
La activista recordó que las siete víctimas fueron “personas que tuvieron una vida, que vivieron, que tienen familiares en Chile” y que por eso, para todas las personas que fueron víctimas de alguna u otra manera de los atropellos a los derechos humanos cometidos durante el régimen de Pinochet es importante que se sientan representados por la comunidad chilena en Australia.
“Si Adriana Rivas puede regresar a enfrentar la justicia en Chile, entonces habremos aportado un poquito al grano de justicia para esos familiares, para el país”, confió Aguilera.
Reinalda Pereira con su madre Source: archivo familiar
¿Quién era Adriana Rivas?
Rivas, conocida como la “Chani”, quien fuera agente de la DINA, la Policía secreta creada por el general Augusto Pinochet, es requerida en Chile por secuestro calificado de siete personas. Ellos son Víctor Diaz, secretario general del Partido Comunista de Chile, quien desapareció en 1977 al igual que otros seis miembros de la formación política: Fernando Ortiz, Fernando Navarro, Lincoyan Berrios, Horacio Cepeda, Hector Véliz y Reinalda Pereira, quien estaba embarazada.
Desde su detención Rivas, representada por el abogado Frank S. Santisi, ha comparecido anteriormente en otras dos oportunidades por video conferencia en una audiencia en la Corte Local Central, en la que también participa el abogado australiano, Trent Glover, quien representa al Estado chileno, y la abogada Adriana Navarro, representante de las víctimas.
Rivas fue detenida el pasado 19 de febrero en Sídney por un pedido de extradición de Chile para responder a los cargos de secuestro calificado. La ex agente de la DINA fue secretaria de la oficina del exjefe de la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet, el fallecido Manuel Contreras.
La conexión de Rivas con Australia se remonta a enero de 1978, cuando la entonces agente de la DINA abandona Chile para comenzar una nueva vida en Australia, a través de una visa conyugal (según su versión), aunque los documentos migratorios indican que ingresó con un visado especial.
En un viaje que hace a Chile en 2006, mientras visitaba a sus familiares, Rivas es detenida y acusada de estar implicada en el secuestro y desaparición de siete personas, entre ellos Víctor Díaz, secretario del partido Comunista en el momento. Son los conocidos como casos Conferencia.
Hector Veliz Ramirez, detenido desaparecido en 1976 Source: Memoria Viva
Es sospechosa de haber sido miembro de la Brigada Lautaro de la DINA, que llevó a cabo operaciones en 1976 contra la dirección clandestina del Partido Comunista chileno, varios de cuyos dirigentes fueros secuestrados, torturados y asesinados.
Durante este proceso judicial en Chile Adriana Rivas queda en libertad bajo fianza y en 2010 sale del país ilegalmente para instalarse de nuevo en Sídney en un bloque de apartamentos en Bondi, subsidiados por el gobierno. A partir de entonces vive como fugitiva de la justicia chilena y se mantiene trabajando como niñera y limpiadora.
En 2014, la justicia chilena pidió a Australia la extradición de Rivas, quien el año anterior concedió una entrevista a la periodista de investigación Florencia Melgar, de SBS Spanish, después de que ubicara a esta prófuga de la justicia chilena en Sídney como parte del proyecto periodístico sobre la implicación de Australia en el golpe de estado de Pinochet, “The other 9/11” (El otro 11/9).
En esa entrevista defendió su inocencia pero justificó la tortura al decir: "Tuvieron que quebrar a la gente, ha ocurrido en todo el mundo, no solo en Chile".
